La primera gran pandemia (epidemia mundial) de que se tiene noticia ocurrió en 1918, se la denominó la española y causó 100 millones de muertos. En 1956 surgió la gripe asiática, con un virus también inédito. En 1968 fue la de Hong Kong. La siguiente fue la pandemia de gripe A, que tuvo lugar en el 2009.

Las estaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) controlan de forma permanente las poblaciones de aves que viven en los países del sudeste asiático, foco del que suelen surgir los virus respiratorios que afectan posteriormente a los humanos. La proximidad entre aves y personas en esa zona complica las labores de vigilancia y prevención.

De forma cíclica, imposible de predecir, los virus de la gripe experimentan un cambio antigénico completo ante el que no se puede haber previsto una vacuna adecuada en el primer año del suceso. Ha pasado cuatro veces desde principios del siglo XX, con mortalidades distintas.

Los virus respiratorios, como el de la gripe, se propagan desde unos animales a los que afectan en primer lugar: el cerdo o las aves. El AH1H1 que causó la epidemia del 2009 surgió de cerdos en México, mutó y adquirió capacidad de contagiar a los humanos. Este año, la vacuna la componen los virus AH1N1 y B.