La provincia de Teruel registró el año pasado un total de 751 accidentes, 172 de ellos con víctimas. Los siniestros causaron diez fallecidos, 49 heridos graves y 176 leves, y todas estas cifras suponen un descenso respecto a los registros del 2010. Concretamente una reducción del 16%, el 18% y el 24%, respectivamente.

Uno de los datos más curiosos del detallado informe, hecho público ayer por la Dirección General de Tráfico, son los accidentes provocados por choques con animales en una vía supuestamente protegida contra estos sucesos como es la autovía A-23. Concretamente fueron 13 --14 contando uno en una vía de servicio de la autovía--, de los 116 que tuvieron lugar en la red estatal. Los atropellos de animales han supuesto un 32,87% de siniestros totales, aunque solo el 3,08% de los que han causado víctimas, ninguna de ellas mortal.

También es llamativo el porcentaje de accidentes que han tenido como escenario carreteras de titularidad estatal, teniendo en cuenta el bajo porcentaje que suponen en la provincia respecto a las de gestión autonómica, provincial y local. El 41,86% de los accidentes con víctimas se produjeron en carreteras del Estado, con un 50% de los fallecidos. En las autonómicas se produjeron el 36,62 % de los siniestros, con un 30% de las víctimas mortales de la provincia.

DISTRACCIONES Por causas de los accidentes, las distracciones aparecen como factor concurrente en un 48,83% de los que se saldaron con víctimas. La mitad de los fallecidos el año pasado en las vías turolenses fueron por este motivo. El segundo factor más letal en la conducción fue la velocidad inadecuada, que causó 28 accidentes con víctimas, dos de ellas mortales.

En cuanto a la tipología de los desplazamientos, el 40,69% de los accidentes se produjeron en trayectos locales --cortos--, de menos de 50 kilómetros y en ellos se registraron el 40% de las víctimas mortales (cuatro) y 18 heridos graves. En cuanto a la motivación de los viajes, 70 de los accidentes con víctimas fueron en desplazamientos por ocio, con cuatro fallecidos. Los que entren en la categoría de laborales --bien en el trabajo o en la ida o vuelta hasta él-- hubo menos siniestralidad (39), pero más mortalidad, ya que la mitad de los fallecidos en la provincia perecieron en este tipo de trayectos.

Por último, entre las características de los tramos donde se produjeron las víctimas predominan las curvas --tres fallecidos en giros pronunciados y otros tantos en suaves--, frente a las rectas y las intersecciones, con dos fallecidos cada una.