El año pasado se notificaron 2.404 interrupciones voluntarias del embarazo en Aragón. De ellas, 2.097 (87,2%) se realizaron a mujeres que residían en la comunida y 307 (12,7%) a residentes en otras. Según datos de Salud Pública, un total de 52 mujeres residentes en Aragón se realizaron el aborto en otras comunidades.

Uno de los principales indicadores sanitarios utilizados para la vigilancia epidemiológica de las interrupciones del embarazo es la tasa de abortividad en mujeres en edad fértil (Tamef), que es el número de abortos por cada 1.000 mujeres de entre 15 y 44 años de edad, que fue de 9,1 en Aragón en el 2016.

La edad media de las mujeres a las que se les practicó un aborto en Aragón fue de 29,3 años, con un rango de 13 a 48 años. El mayor porcentaje de intervenciones se dio en el grupo de entre 25 y 29 años (23,2%).

El perfil socio-demográfico de las mujeres se ha modificado muy poco respecto del año anterior, ya que el 55,1% convivía en pareja, y el 43,6% no tenía hijos en el momento de la intervención.

El 63,4% de las mujeres eran de nacionalidad española y entre las extranjeras, los países de origen más frecuentes fueron Ecuador, con un 16,4%, y Rumania con un 11,7%.

Para el 71% de las mujeres fue su primera interrupción voluntaria del embarazo, la segunda para un 17,5% de ellas y un 11,6% se había practicado dos o más antes de la realizada en ese año.

El 49,8% a las que le practicó no hacía uso de métodos anticonceptivos de forma habitual, un 27% utilizaba métodos de barrera, un 17% anticonceptivos hormonales y un 2,3% de las mujeres usaba anticonceptivos naturales.

El 63,7% de los abortos se realizó antes de las 9 semanas de gestación y la técnica más utilizada, en el 74% de las intervenciones, fue la dilatación y aspiración.

El informe, publicado ayer en el boletín epidemiológico, indica que el 77,5% se efectuó a petición de la mujer, el 16,1% al existir riesgo para la vida o salud de la embarazada y el 6,2% por riesgo de anomalías fetales y el 0.2% por varios motivos.