Cientos de vecinos y ciudadanos han recibido entre aplausos los féretros de los dos guardias civiles asesinados a tiros ayer por un hombre de nacionalidad serbia, buscado por la Interpol por crímenes cometidos en Italia.

Víctor Romero, de 30 años, natural de Teruel, y Víctor Jesús Caballero, nacido en Cádiz en 1979, son los agentes que ayer por la noche fueron tiroteados por Norbert Fehrer, un ciudadano nacido en Serbia hace 36 años al que también buscaba la benemérita desde hace diez días, a raíz de las graves heridas que sufrieron dos ciudadanos cuando éste les disparó en Albalate del Arzobispo.

Una vez practicadas las autopsias, los féretros de Romero y de Caballero han llegado alrededor de las 20:45 horas a Alcañiz, en cuyo Ayuntamiento se instalarán las capillas ardientes.

Con aplausos de los centenares de vecinos que aguardan en la plaza de España de la localidad, a pesar del frío, han sido recibidos los restos mortales de los dos agentes.

También esperaban el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, y el director general de la Guardia Civil, José Manuel Holgado, así como las máximas autoridades del instituto armado en Aragón. Con ellos, el presidente de la comunidad, Javier Lambán.

Una vez dentro del Ayuntamiento, y tal y como estaba previsto, a los agentes se les ha impuesto la Medalla de la Orden del Mérito de la Guardia Civil con distintivo rojo, que es la más alta distinción que el instituto armado confiere por actos de servicio heroico.

Romero y Caballero formaban parte de uno de los equipos ROCA de la Guardia Civil, destinado a atajar robos en entornos rurales.

Las capillas ardientes estarán abiertas durante toda la noche, han indicado fuentes de la benemérita.

Mañana tendrán lugar los funerales, tanto de los dos agentes como de José Luis Iranzo, el agricultor también asesinado, aunque en su caso en Andorra.