La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Zaragoza aplazó ayer un juicio por una estafa de 3.200 euros por la incomparecencia de uno de los implicados. Se trata de la presunta venta fraudulenta de cascos para practicar artes marciales por parte de Juan Carlos C. A., para quien la Fiscalía pide tres años de prisión y más de 2.000 euros de multa, además del valor de lo supuestamente timado.

Según el escrito de acusación del ministerio público, el acusado se hizo pasar por representante de una filial española de la multinacional SMAI, fabricante de este tipo de material.

Así, contactó por correo electrónico con la empresa afectada, a finales del 2012, ofreciéndoles un lote de cascos por el citado valor. Según les dijo, el material era de fabricación china pero exigía el pago en dólares americanos. Los cascos, tras el pago, nunca llegaron al destinatario.