El aprendizaje de los estudiantes no está reñido con el espacio físico. Se pueden adquirir conocimientos en la calle, en un museo, en una conferencia y hasta en un cementerio. En Zaragoza, el antiguo camposanto de Torrero se ha convertido en un recurso educativo gracias a las rutas escolares, una actividad cultural y didáctica que oferta el Ayuntamiento de Zaragoza.

Este año van a participar cerca de 1.200 escolares de la ciudad y el objetivo del consistorio es dar a conocer la riqueza artística y patrimonial del cementerio, además de la memoria de la ciudad que se encierra en este recinto. La ruta de la Memoria Histórica, que abarca gran parte de la historia de la guerra civil española y que se desarrollará hasta el próximo mes de mayo, es la que inaugurará esta octava edición que tiene previstas para final de año otras dos rutas: Arte y Personas Ilustres.

Por el momento, el instituto Miguel Catalán, La Salle Franciscana Gran Vía, Corona de Aragón, Universidad Popular, Francisco Grande Covián, Escuelas Pías, colegio Santa Magdalena Sofía, Ramón y Cajal, Luis Buñuel, Pablo Serrano, colegio San Antonio de Padua, Valdespartera, Ramón Pignatelli y el Pedro de Luna, entre otros, ya han solicitado participar en esta actividad didáctica.

El ayuntamiento trabaja para dar a conocer el recinto como lugar de memoria, entorno de riqueza patrimonial, testimonio artístico y un espacio en el que leer la historia de la ciudad a través del conocimiento de los hombres y las mujeres ilustres cuyos restos descansan en el complejo.

En este sentido, el servicio municipal de Educación oferta anualmente a todos los centros educativos de la ciudad la posibilidad de que los escolares de ESO y Bachillerato participen en las rutas de Arte Funerario, de Memoria Histórica y de Personas Ilustres.

Tras realizar las solicitudes y ser programadas, el cementerio es el encargado de establecer los días para las visitas de los estudiantes. A final de año ya está definida la dedicada al arte y personajes ilustres, que son guiadas y supervisadas por el servicio de Educación.

El cementerio de Torrero, desde hace años, ha acogido desde rutas teatralizadas hasta recitales de jotas hasta un concurso de epitafios. Ahora, como cada año, vuelver a ser el turno de los más jóvenes.