Apudepa denunció ayer la posible subasta de un lote de 66 documentos, entre ellos diversas cartas de reyes de Aragón, que podrían formar parte del Archivo del Reino de Aragón y que fueron sustraidas del mismo tras un incendio en 1809, durante la invasión napoleónica. Así lo afirmó ayer esta asociación tras un análisis inicial, que les lleva a «concluir sin temor a equivocarse» que este legajo forma parte de este archivo saboteado durante el ataque francés al palacio de la Diputación del Reino de Aragón y posibilitó la disgregación de un importantísimo conjunto de fondos cuyos restos se conservan hoy principalmente en el Archivo de la Diputación Provincial de Zaragoza y en el Archivo Histórico Provincial de Zaragoza.

«A falta de una investigación exhaustiva que deben emprender las instituciones aragonesas y estatales, afirmamos con rotundidad que los bienes que se van a subastar pertenecen al Archivo del Reino», asegura la organización, que reclama al Ejecutivo autonómico a que adopte medidas para evitar que se puedan subastar en una sala privada de Madrid. El lote tiene un precio inicial de salida de 60.000 euros.

Apudepa insta al Gobierno de Aragón a que «inicie una investigación policial o judicial para esclarecer los hechos y conocer la legalidad del título de propiedad de dichos documentos» y otra investigación «técnica para la valoración e identificación de los documentos». Además, pretende que el Ejecutivo autonómico adquiera los documentos «por el mecanismo que corresponda en función de las circunstancias (ejercicio de acciones judiciales, compra o ejercicio del derecho de tanteo)». Una vez adquiridos, Apudepa reclama que dé depositen en el Archivo del Reino, conservado en el Archivo de la Diputación Provincial de Zaragoza.

MODERNIZACIÓN

Ante esta posible subasta, Apudepa aprovecha para considerar que el «Archivo del Reino de Aragón y los documentos que a él pertenecieron deben recaer en la Diputación General de Aragón y deben constituir un fondo principal del archivo moderno que Aragón necesita con urgencia, y que debería denominarse Archivo del Reino y General de Aragón», ya que se trata de un valioso testimonio documental.

Este archivo es el que sucede el Archivo de la Corona de Aragón, situado en Barcelona y formado por un patronato formado por el Ministerio de Cultura y las cuatro comunidades que formaron parte de la Corona: Valencia, Aragón, Baleares y Cataluña. El patronato se creó hace diez años tras fuertes reivindicaciones en Aragón y desde entonces no se ha reunido ni una sola vez.