La comunidad de Aragón registró hasta el pasado mes de noviembre un déficit de 470 millones de euros, lo que representa el 1,41% del Producto Interior Bruto (PIB), por encima del límite del 1% autorizado para el conjunto del año. De este modo, el Ejecutivo autonómico volverá a incumplir por segundo año consecutivo el tope fijado, a pesar de que el cumplimiento era el objetivo político principal del Gobierno de Luisa Fernanda Rudi. Precisamente, el incumplimiento en el 2013 acabó con el cese del anterior consejero de Hacienda, José Luis Saz. Ayer, y a pesar del dato negativo, superior a la media autonómica del 1,37%, el Ejecutivo autonómico presumió de haber reducido las necesidades de financiación y de que el déficit se redujera en 61 millones respecto a la misma fecha del año pasado. Según indicó en un comunicado, es una "notable mejoría" y para justificar este dato, también señaló que este año se han reducido en 70 millones los ingresos procedentes del Estado.

Según los datos de contabilidad nacional difundidos ayer por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, las comunidades sumaron 14.632 millones de euros de déficit, el 1,37% del PIB, y solo el País Vasco logró superávit, un 0,64%. En el caso de Aragón, el mal dato no supone ninguna sorpresa y va en la línea de lo que se conocía desde hace ya meses. El Gobierno de la comunidad volverá a incumplir el objetivo de déficit por segundo año consecutivo y deberá presentar un plan económico--financiera en el próximo ejercicio.

Pese a la evidencia de los datos conocidos ayer, el Ejecutivo se apresuró a recordar que los esfuerzos para contener el déficit seguirán realizándose "sin pisar ninguna de las líneas rojas" de Sanidad, Educación y Servicios Sociales. Argumento esgrimido en los últimos meses por el Gobierno de Rudi para defender su gestión económica y justificar de este modo el desfase presupuestario. Además, para contenerlo, se creó en mayo una comisión de control del gasto supervisada personalmente por el consejero, Javier Campoy.