Una delegación aragonesa mantuvo ayer contactos con diversas instituciones europeas en Bruselas con el fin de recabar ayuda económica y técnica para hacer frente a la eliminación de los restos de lindano del barranco de Bailín, Sabiñánigo, y en el río Gállego.

«Necesitamos contar con socios robustos y con experiencia, sobre todo teniendo en cuenta que nosotros también tenemos mucha experiencia que aportar», subrayó ayer el consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, Joaquín Olona, que encabezó la delegación.

El representante aragonés se reunió con la Autoridad de Hamburgo, territorio alemán con problemas derivados de la contaminación de lindano de parecidas características a las de Sabiñánigo. En el encuentro ambas delegaciones intercambiaron sus experiencias, que se diferencian en el tipo de suelos donde se encuentra los residuos y en que en Hamburgo la empresa responsable de la contaminación sigue existiendo y se ha comprometido a buscar una solución.

La estrategia seguida por la Autoridad de Hamburgo, tal y como se pudo comprobar, es similar a la de Aragón: confinar los residuos y depurar aguas contaminadas en una estrategia a largo plazo.

Pilar Gómez, directora general de Sostenibilidad, que acompañó al consejero junto con el rector de la Universidad de Zaragoza, José Antonio Mayoral, señaló que el problema del lindano afecta a muchos territorios de la Unión Europea y que «la solución tiene que venir de la colaboración entre europeos».