El colegio profesional de Trabajadores Sociales de Aragón va a poner en marcha un curso para formar en la figura del coordinador de parentalidad. Su función será la de mediar en casos de divorcios conflictivos en los que existan hijos de por medio. Lo hacen en respuesta a la reciente sentencia del magistrado aragonés Ángel Dolado que indica que una familia debe ser atendida por un equipo con estas capacidades.

La coordinación de parentalidad es un servicio de seguimiento intensivo para ayudar a los progenitores separados o divorciados y con alto grado de conflictividad, para establecer y mantener relaciones sanas que posibiliten el desarrollo positivo de sus hijos e hijas.

El objetivo es incrementar la cooperación entre los padres y madres (o entre estos y otros parientes), minimizando el conflicto y los factores de riesgo asociados a una separación con alto grado de litigiosidad.

Los profesionales que actúan como coordinadores de parentalidad deben tener titulación universitaria y formación especializada en mediación además de conocedores del sistema judicial. Por ello los profesionales de trabajo social se consideran perfiles idóneos para actuar en estos puestos. Por el momento existen 18 interesados en adquirir estas capacidades.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en España, se rompe un matrimonio cada 4,7 minutos, más de 300 al día. El 40% de las rupturas se llevan a cabo sin acuerdo y con juicios y sentencias que tampoco son una garantía de finalización de los desacuerdos. Desde 1981, se han acumulado más de 2,7 millones de rupturas que han afectado a más de dos millones de hijos.

En las Cortes de Aragón se ha debatido en alguna ocasión sobre la necesidad de legislar de forma oficial sobre esta figura intrajudicial, pero por el momento no se han alcanzado las mayorías suficientes para llevarlo a cabo. El Gobierno de Aragón se comprometió a estudiar la medida.