El estadista alemán Willy Brandt (1913-1992) fue uno de los hombres decisivos en la construcción de Europa que, junto a otros grandes "gigantes de la política europea", logró levantar desde la paz y el progreso social, y hoy se le ha rendido un homenaje en Zaragoza.

El Colegio de Abogados de Zaragoza ha acogido este acto, organizado en coincidencia con el octogésimo aniversario de su presencia en España, en Barcelona y Aragón, en plena Guerra Civil, y del vigésimo quinto de su muerte.

Al acto ha asistido el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, quien ha asegurado a los medios de comunicación que un socialista español debería pronunciar su nombre "de manera absolutamente reverencial".

Entre otras cosas, por su papel decisivo en la construcción de Europa, desde la socialdemocracia, porque Brandt, han precisado desde el Gobierno de Aragón, "representa la fórmula esenciada entre conciliación y valentía, entre grandeza y humildad, entre el poder y la moral".

El octogésimo aniversario del paso de Willy Brandt por España, en plena Guerra Civil, se produce cuando el Gobierno de Aragón ultima la elaboración de la ley de la memoria democrática, y es una buena ocasión para recordar que hubo personas de otros países que viajaron a España para luchar o para narrar al mundo lo que estaba ocurriendo.

Es el caso de Brandt, que publicó una serie de escritos que ahora, gracias a la dos fundaciones (la que lleva su nombre y la Fundación Friedrich Ebert), se han reunido por primera vez en castellano en un libro editado por el Gobierno de Aragón y que se ha presentado también hoy.

Brandt fue testigo presencial de unos acontecimientos que, según Lambán, le produjeron "mucha desazón y desencanto" porque "lo que ocurrió en cuanto a la división cruel dentro de la propia izquierda española era casi un presagio de derrota".

Su contribución histórica pasa por su trabajo en la resistencia a la Alemania de Hitler desde el exilio pero también como alcalde de Berlín Oeste entre 1957 y 1966, por lo que tuvo que dirigir la ciudad en uno de sus momentos más difíciles, la construcción del Muro en 1961.

Luego, como canciller de Alemania, logró la histórica reconciliación con los vecinos de la RDA, por lo que logró el Premio Nobel de la Paz en 1971.

Y, además, fue considerado el "verdadero padre de la reunificación alemana", ofreciendo "asideros de indudable valor para desbloquear conflictos enquistados".

Lambán ha alabado especialmente el profundo sentido europeísta de Willy Brnadt, que "aprendió de la experiencia de la Segunda Guerra Mundial" para poner en pie la Unión Europea y que entendió que era "absolutamente imprescindible" construir un gran edificio político "para evitar guerras como la que había sufrido en sus carnes".

Por eso, ante los riesgos e incertidumbres a los que se enfrenta ahora el proyecto europeo, la presencia de "hombres de su talla" y de otros, contemporáneos a él, "sería seguramente más necesaria que nunca", ha evocado el presidente aragonés.

Fueron estos hombres, ha agregado, quienes propusieron un edificio político basado en la democracia representativa, en la economía social de mercado y en el estado de bienestar a través de grandes acuerdos.

Y es que Lambán ha recordado que la UE o el estado del bienestar no fueron fundaciones de la socialdemocracia ni de la izquierda, sino "producto de grandes acuerdos entre liberales, socialdemócratas y demócrata-cristianos".

Ese ejemplo sería "absolutamente providencial" para el presente de la UE, que, ha concluido Lambán, "no atraviesa por su mejor momento".