En cuatro años se han perdido en Aragón 97 plazas de médicos de Atención Primaria por supresión o amortización del puesto o jubilaciones. 77 de ellos de asistencia continuada y 20 de familia. Desde junio han sido 15, la mayoría en el medio rural. Como consecuencia, los sanitarios alertan del aumento de las listas de espera y de la merma del servicio. En Aragón hay 957 doctores de familia, 173 pediatras y 268 en el servicio continuado.

Los datos los dio a conocer ayer el representante de Medicina Rural, Jesús Rodrigo, durante la presentación de XXVIII Congreso Aragonés de Atención Primaria que se celebrará en Zaragoza el próximo jueves, viernes y sábado. Este año lleva como lema la exigencia de Más atención para la primaria. Un eslogan que, según el presidente del congreso, Jesús Ángel Naudín, refleja la realidad actual de la sanidad pública y a la que tendrá que hacer frente el consejero de Sanidad, Ricardo Oliván, el próximo jueves en la inauguración.

MEDIO RURAL

En la comunidad aragonesa hay 123 equipos de Atención Primaria distribuidos en ocho sectores. En seis de ellos se han amortizado 15 plazas en los últimos cuatro meses. Esta supresión se debe al concurso de traslados. El Gobierno de Aragón convierte las plazas resultantes en vacantes o las bloquea, explicó Rodrigo.

Cada uno de los sectores aglutina la atención de varias localidades. Que haya menos personal se traduce en una "disminución de la calidad del servicio", criticó Rodrigo. Así, un mismo médico ve como aumenta el número de localidades a las que tiene que desplazarse para atender a los vecinos por lo que dispone de menos tiempo por paciente.

"Si en un pueblo se pasaba consulta cuatro días a la semana y ahora solo 3, se acumulan los pacientes y afecta al servicio", explicó.

Esta situación ha llevado a los sanitarios a decir basta. "Estamos hartos", dijo el secretario autonómico del sindicado médico Cemsatse, Lorenzo Arracó.

"Los políticos hablan de recuperación y exigimos verla para poder volver a disfrutar de curar a los pacientes", sentenció.

Arracó admitió que los ciudadanos son los que salen peor parados pero, añadió, los recortes y las condiciones laborales en las que se encuentra los doctores les llevan a la "desmotivación". "El médico trabaja en esto porque le gusta y se necesitan unas condiciones mínimas", explicó. Y no las encuentran.

Los recortes, denunciaron, obligan a trabajar sin las condiciones esenciales, doblando turnos y cubriendo bajas y ausencias de modo que se "sobrecarga al profesional", criticó el presidente de Médicos de Atención Primaria, Leandro Catalán. A esta situación, explicó, hay que añadir los retrasos propios de la burocracia del sistema.