El presidente de Aragón, Javier Lambán, acude a la Conferencia de Presidentes con el fin de que la reunión sea "útil" para resolver los problemas de los ciudadanos y determinado a hacer valer la dispersión y el envejecimiento como condiciones esenciales a tener en cuenta en la reforma del sistema de financiación.

En la reunión que el gobierno y las comunidades, sin Cataluña ni el País Vasco, celebrarán mañana en el Senado se pretende abrir una vía de diálogo que permita llegar en los próximos meses a un acuerdo sobre un nuevo sistema de financiación autonómica.

Será la sexta Conferencia de Presidentes que se celebra desde la primera, convocada en 2004 por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, y la segunda para el actual jefe del ejecutivo, el popular Mariano Rajoy, que ya presidió la organizada en octubre de 2012.

Un encuentro a cuyos prolegómenos acudirá Felipe VI por vez primera como jefe del Estado y que tendrá como principal escenario el Salón de Pasos Perdidos, para las reuniones a puerta cerrada.

La idea del gobierno es que de esta cita surjan al menos una decena de acuerdos y, de hecho, muchos de ellos ya están cerrados, porque han sido negociados en reuniones previas en las últimas semanas.

En las reuniones previas a la conferencia de mañana, los vicepresidentes o consejeros de la Presidencia autonómicos ya han cerrado acuerdos relacionados con un pacto social y político por la Educación, la creación de la Comisión Nacional de Protección Civil, el impulso a la tarjeta social, la apuesta por mecanismos que hagan a las comunidades más partícipes de decisiones europeas y el reglamento de la Conferencia, que será anual y tendrá seguimiento y evaluación de sus acuerdos por parte de la Comisión de Comisión de Comunidades Autónomas del Senado.

Previsiblemente también habrá consenso en cuanto a la redacción de la Estrategia Nacional sobre desequilibrios demográficos, la unidad de mercado, la movilidad de funcionarios y la recuperación de la tasa de reposición en servicios esenciales; el bono social y el comienzo de la reforma de la financiación autonómica.

En declaraciones previas a la reunión, el consejero de Presidencia aragonés, Vicente Guillén, ha recordado que el Estatuto de Autonomía marca que el sistema de financiación debe fijarse teniendo en cuenta el envejecimiento, la despoblación, o la dispersión, condiciones que hacen que el coste de los servicios en la comunidad "se encarece mucho".

Otro asunto primordial para Aragón es corregir el actual desequilibrio de los fondos destinados a financiar la dependencia, ya que aunque la ley fija que deben ser aportados al cincuenta por ciento por el Gobierno de Aragón y el de España, en realidad el porcentaje actual es del 16 y el 86 %, respectivamente. "Eso hay que corregirlo", ha insistido Guillén.

También ha hecho referencia al "déficit estructural" de la sanidad aragonesa, que el Estado tiene que ser capaz de corregir con el nuevo sistema de financiación, y al compromiso de alcanzar un pacto por la educación.

No obstante, y aunque la Conferencia de Presidentes Autonómicos es un foro que sirve para que debatan "todas" las comunidades, Aragón no renuncia a su singularidad en cuanto a la bilateralidad de sus relaciones con el Estado, fijadas también en el Estatuto de Autonomía a través de la Comisión Bilateral.

La pasada semana, el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, celebró una ronda de contactos con todos los partidos con representación parlamentaria para recabar su opinión acerca de lo que debe defender en la reunión de mañana.

También recibió a los líderes sindicales y empresariales de la comunidad, quienes le pidieron que mañana haga valer la necesidad de modificar el sistema de financiación autonómica para garantizar unos servicios públicos equitativos y de calidad.