Aragón ha implantado el programa de donación de órganos en asistolia controlada que permitirá, en un futuro, incrementar entre el 10 y el 20 por ciento el número de donantes en la comunidad.

Esta implantación ha permitido realizar recientemente varios trasplantes tras una extracción desarrollada en el Hospital Clínico Universitario de Zaragoza, han informado fuentes del Gobierno aragonés en un comunicado.

La donación tras el fallecimiento por parada cardio-respiratoria, también conocida como tipo III de la clasificación Maastricht o donación en asistolia controlada, hace referencia a la donación de órganos que acontece a partir de personas en las que el diagnóstico de fallecimiento se ha establecido por los criterios clásicos de cese de las funciones cardiaca y respiratoria, según las fuentes.

El fallecimiento se produce tras establecerse por consenso del equipo medico de la UCI y la familia del paciente, la limitación del tratamiento del soporte vital: ventilación mecánica, así como todas aquellas medicaciones y tratamientos, por considerarse estos como una terapia fútil para el paciente, dada su situación clínica irreversible en el que ya no existe expectativa vital.

La donación en asistolia permite fundamentalmente donar órganos para trasplante renal, si bien en un futuro próximo aplicando técnicas de oxigenación extracorpórea, también pondrían ser también donantes de otros órganos, como el hígado o el páncreas.

Este procedimiento necesita de la aplicación de estrictos procedimientos de actuación en las unidades de Medicina Intensiva, en los que el tiempo tiene una importancia muy relevante y donde los equipos médicos deben intervenir con un grado extremo de rapidez, para impedir el deterioro de la función de los órganos donados tras el fallecimiento del paciente.

España cuenta con programas de donación en asistolia en casi todas las comunidades autónomas, así como con un documento de consenso en este campo, lo que le permite seguir siendo líder mundial en donación y trasplante de órganos.

Este tipo de programas no podría ser una realidad sin la generosa donación por parte de la familia del fallecido.