Extremadura, Aragón y Cataluña son las tres comunidades con peor competitividad fiscal, según el índice autonómico que clasifica a las distintas autonomías por su capacidad de competir fiscalmente para retener y atraer empresas y profesionales, generando actividad económica y empleo. Así figura en el primer Índice Autonómico de Competitividad Fiscal (IACF) del 2017, de la economista Cristina Berechet.