Aragón aplica con éxito la extirpación del riñón por vía vaginal. Lo hace a través de los doctores Jorge y Carlos Rioja, en la clínica zaragozana Montecanal, y pioneros en la comunidad autónoma en una técnica que multiplica las ventajas y reduce considerablemente las molestias para los pacientes.

La nefrectomía simple con abordaje transvaginal (Notes), como se denomina la novedosa práctica, consiste en abordar la extirpación del riñón por vía vaginal y sin cirugía. "La mayor ventaja que aporta esta técnica es la eliminación de una gran cicatriz para la extracción del riñón, limitando las incisiones a tres pequeñas cicatrices de entre 5 milímetros y 1 centímetro", apuntó el urólogo Jorge Rioja, que añadió que al tratarse de una cirugía "mínimamente invasiva" que utiliza instrumentos más finos, no se requiere el cierre de la piel, lo que "redunda en la disminución de consumo de analgésicos opioides, así como en la reducción del tiempo de convalecencia y una incorporación a la vida activa más precoz, a diferencia de la cirugía tradicional", apuntó el especialista.

SIN SECUELAS La técnica está indicada, preferentemente, para aquellas mujeres que han tenido partos vaginales y a sus "importantes" ventajas se añade el hecho de que "los resultados existentes en la actualidad no evidencian que produzca secuelas como incontinencia o dolor en las relaciones sexuales", explicaron los dos profesionales que, en este sentido, subrayaron que "se realiza una colpotomía posterior o incisión en la parte posterior de la vagina, fácil de cerrar". Además, "las piezas quirúrgicas que se extraen, como el riñón en este caso, son siempre más pequeños que el tamaño de la cabeza de un bebe", indicó Jorge Rioja.

Una de las pacientes que han sido intervenidas a través de esta novedosa técnica fue una mujer oscense de 80 años de edad que presentaba un riñón derecho atrófico y pielonefrítico por piedras, lo que le producía desde hace dos años y medio constantes infecciones de orina hasta haber sido desahuciada incluso. La paciente buscó una segunda opinión con el equipo de los doctores Rioja quienes, en la primera visita, le indicaron que debía de extirparse el riñón, ofreciéndole la realización de esta práctica en el hospital Montecanal.

La cirugía se desarrolló sin incidencias, con una duración de 50 minutos y anestesia general y el post-operatorio transcurrió sin complicación alguna, con nulo consumo de analgésicos opioides. De hecho, la paciente fue dada de alta apenas a las 72 horas. Varias semanas después, se encontraba ya perfectamente y con solo dos pequeñas cicatrices en abdomen y ombligo. "La técnica presenta numerosas ventajas y apenas contratiempos o problemas, lo que redunda en una mayor calidad de atención al paciente y supone un importante avance en este tipo de actuaciones", concluyeron los doctores del centro hospitalario.