La crisis tiene rostro y consecuencias tangibles. Los más de cinco millones de parados y los recortes contribuyen a aumentar la pobreza infantil. Es la consecuencia que se extrae del informe La infancia en España 2012-2013, realizado por Unicef. Un estudio que deja en buen lugar a Aragón. La comunidad está por debajo de la media en el ránking de riesgo de pobreza para los niños.

El 17,9% de los niños aragoneses se encuentra en riesgo de pobreza, frente al 26% nacional. Una cifra baja, comparada con el 36% de Andalucía o 46% de Extremadura. Tan sólo Cantabria, País Vasco y Navarra están por debajo de Aragón. Pese a ello, la situación de crisis ha hecho aumentar los niveles. Algunas asociaciones ya han llamado la atención sobre los efectos de la recesión en los niños. Y en algunos municipios ya se han promovido planes para reducir las consecuencias.

Es el caso de Utebo, uno de los municipios con más población en la comunidad. Durante este año el consistorio está aplicando un plan para la infancia y adolescencia, que afecta al 25% de los habitantes de la localidad. Además, han impulsado desde noviembre y hasta mayor una escuela para padres y madres que atraviesen por dificultades económicas. El objetivo, darles apoyo psicológico y pedagógico.

MÁS AYUDAS El número de mujeres que acude a los servicios sociales en Utebo ha aumentado notablemente desde que comenzó la crisis, explicó Rubén Estévez, concejal del ayuntamiento el día de la clausura del programa. En total, alrededor de 20 mujeres participaron. La mayoría de ellas inmigrantes. Muchas de ellas solas, paradas y con pocos ingresos.

Ellas son la cara del informe. Sus hijos, entre 0 y 3 años, quienes sufren las consecuencias. Se encuentran desorientadas y sin apoyos. Los servicios sociales, en colaboración con la Fundación Ozanam y La Caixa, les han apoyado. "Nos han ayudado con la educación y la alimentación", explica una de las madres. Es inmigrante. Prefiere permanecer en el anonimato. Como todas.

La gravedad de la crisis ha bajado el umbral de la pobreza. Más gente se encuentra en él. Pero por encima la situación también es precaria. Muchas familias de clase media se han visto arrastradas, según Unicef. Y les cuesta pedir ayuda, explicó Estévez. No se sienten en necesidad. Y es un riesgo.

A nivel nacional el 13,7% de los menores viven en hogares con un nivel de pobreza alta. Ellos no están en riesgo: ya se encuentran en problemas. Afecta a su alimentación. "Ahora en los comedores sociales los niños devoran la comida", sostuvo un técnico de Ozanam que ha colaborado en el programa. En Utebo se han registrado casos de malnutrición, explica una trabajadora municipal. No son muchos, eso sí. Pero la situación preocupa porque las ayudas bajan y las dificultades aumentan.