El Gobierno de Aragón deberá adaptar la ley de protección animal en el transcurso de este año para prohibir los circos con animales salvajes en todo el territorio de la comunidad autónoma.

Así se lo mandata una proposición no de ley presentada hoy por IU en el Pleno de las Cortes y apoyada por todos los grupos parlamentarios excepto por el PP.

La proposición incluye un primer punto en el que el Parlamento aragonés manifiesta el compromiso con los principios éticos, sociales, medioambientales y científicos y con el respeto de no permitir el sufrimiento de estos animales.

Y un tercero, incluido en virtud de una enmienda presentada por el PSOE, insta al Gobierno aragonés a que pida al de España que presente esta legislatura una ley marco de protección animal en el Congreso de los Diputados para mejorar el bienestar animal y acabar con cualquier tipo de maltrato.

La diputada de IU Patricia Luquin ha recurrido a la Declaración Universal de los Derechos del Animal de 1978 que establece que todo animal perteneciente a una especie salvaje tiene derecho a vivir libre en su propio ambiente natural, terrestre, aéreo o acuático, y a reproducirse, así como que ninguno debe de ser explotado para esparcimiento del hombre.

Pese a ello, es habitual que en pueblos y ciudades "actúen circos que sacan a los animales de su hábitat natural, los fuerzan a vivir la mayor parte de sus vidas encadenados dentro de camiones que viajan por cientos de kilómetros, y después los obligan a actuar bajo la amenaza constante de castigos".

Para Luquin, además de estas razones, existen las que esgrimen desde el Consejo de Veterinarios de España, que alude a los problemas de seguridad pública, de sanidad humana y animal, de protección animal y de protección de las especies para rechazar la presencia de animales salvajes en los circos.

Con estos argumentos ha coincidido Nacho Escartín, de Podemos, quien ha aludido a circos con éxito mundial que "emocionan y transmiten magia" sin necesidad de contar con animales. "Es posible la diversión sin sufrimiento", ha dicho.

Ha llamado la atención sobre los "duros castigos" que estos animales sufren para conseguir que hagan lo que se les requiere en el espectáculo.

Pero por el PP, Fernando Galve ha precisado que los argumentos que se esgrimen contra la presencia de animales salvajes en los circos podrían servir para muchas otras actividades, como la ganadera, las exhibiciones en zoos y acuarios o las carreras de caballos.

Ha dicho que la ley garantiza las condiciones de vida y el bienestar de los animales de los circos, y ha lamentado que los grupos de la izquierda pretendan imponer a la sociedad una visión del mundo que, en este caso, "condena a un sector productivo a la desaparición".

Y ha insistido en respetar la libertad de los ciudadanos, que deben decidir si quieren acudir o no a estos espectáculos, siempre que sus responsables respeten las leyes de protección animal. "Mientras exista demanda social y se respete la normativa, no hay razón para prohibirlo", ha enfatizado.

A favor de la prohibición sí se ha mostrado Ramiro Domínguez, de Ciudadanos, por razones éticas y educacionales, por respeto a los sentimientos de los animales, por la violencia a la que se recurre para adiestrarlos, por seguridad pública y por el riesgo de transmisión de enfermedades.

El socialista Alfredo Sancho ha advertido de que es una cuestión que no se puede hacer "de un día para otro", por la imposibilidad de retornar con garantías a estos animales al medio natural, mientras que por el PAR Lucía Guillén ha insistido en que el sitio de un animal no es un circo.