Aragón es una de las comunidades punteras en donaciones de órganos y realización de trasplantes en un país que es referencia mundial en este campo. Las cifras de donantes y de intervenciones crecen año tras año y, de hecho, en el 2018 ya se han realizado más trasplantes cardiacos (3) y renales (32) que en el mismo periodo del 2017, con un incremento del 25% y del 20%, respectivamente. Solo los hepáticos (6) se han llevado a cabo en menor medida un 20% menos) que el año anterior.

Pero de los 32 renales solo cuatro procedieron de donante vivo. Esta es, precisamente, la principal asignatura pendiente de la comunidad, que quiere pasar del actual 12% de los trasplantes realizados bajo esta modalidad al 15%. «No estamos en cifras óptimas», aseveró ayer el coordinador autonómico de trasplantes de Aragón, José Ignacio Sánchez-Miret

Entre otras cosas, porque el funcionamiento medio del órgano es mucho mejor. «Si en el caso de un donante fallecido es de 10 años, el órgano procedente de un donante vivo asciende a 30 y, además, se trata de un proceso seguro y tan solo se producen complicaciones en dos de cada mil casos», resaltó el coordinador con motivo de la celebración, hoy, del Día Nacional del Donante.

ANTES DE LA DIÁLISIS // Además, una donación de cadáver debe destinarse a un receptor de edad similar al donante (en torno a los 60 años en estos casos), si bien un riñón procedente de una persona viva puede trasplantarse a una persona «20 o 30 años más joven». Lo idóneo, según Sánchez-Miret, es trasplantar al enfermo renal «antes de que llegue la diálisis, que cuesta de 40.000 a 45.000 euros anuales».

«Los profesionales saben que tienen una amplia disposición de órganos de fallecidos y les cuesta dar el paso de que el paciente asuma ese riesgo que, insisto, es mínimo. Es un proceso y seguro con meses de estudio en todos los ámbitos», repitió el coordinador autonómico, que solicitó al Estado que esta circunstancia se equipare a las bajas maternales.

Los órganos donados en Aragón han permitido a los enfermos ganar 481,17 años en lo que va de año y los que se han derivado para trasplantes a otras comunidades han proporcionado otros 153,7 años. En total, 635,4 años de vida aportados a receptores desde la comunidad.

Aragón también destaca en lista de espera, con apenas 99 personas (89 renales, 7 hepáticos y 6 cardíacos) esperando, así como en negativas, con apenas un 3, lo que le convierte, junto con La Rioja y País Vasco, en la comunidad con mayor aceptación a las donaciones. La media estatal de negativas es del 12%.