Las recreaciones históricas tienen tirón en Aragón, y este fin de semana está siendo una nueva prueba de ello con la acumulación de eventos en distintas localidades de la comunidad. Por número de visitantes, y por el poso de tradición que año a año van alcanzando, destacaron ayer las celebraciones de las Alfonsadas de Calatayud --la conmemoración de la conquista de la ciudad por las tropas cristianas-- y el Compromiso de Caspe. Buena prueba de ello fueron las visitas a ambas localidades del consejero de Vertebración del Territorio, José Luis Soro, en una maratoniana tarde de ronda institucional.

El Compromiso de Caspe celebró ayer su jornada central y el acto más esperado --por novedoso--, la representación de la obra teatral Compromiso de Caspe: la elección de un rey, a las 23.00 horas, en la plaza del Compromiso donde realmente aconteció el histórico pacto, en 1412. A la obra, con participación de decenas de vecinos, se unieron como cada año los mercados renacentistas y las decenas de actividades, muchas para los niños, que se desarrollan en la localidad durante la celebración.

Algo similar, pero de enfoque medieval, sucedía en las Alfonsadas bilbilitanas, un acontecimiento que esperan cada vez con más ansiedad los vecinos de la ciudad y de los pueblos cercanos. La incorporación de las jaimas, las tiendas que funcionan casi a modo de peñas en la recreación de la conquista de la ciudad por parte de Alfonso I el Batallador, en 1120, fue todo un acierto para la participación.

Los mercados y actividades atraen cada año a más visitantes, que ayer pudieron asistir al nombramiento como Dama de Honor de la XI celebración de esta fiesta a la actriz Nathalie Seseña, con raíces familiares en la localidad. El auge de la fiesta hace que el consistorio espere que sea designada como de Interés Nacional en los próximos años.

Pero no solo estas recreaciones coparon el protagonismo ayer, sino que lo repartieron con otras localidades como Almonacid de la Cuba y su VII Feria Romana Artesanal; Ejea de los Caballeros y su evento La hora de nuestra historia --la entrada de tropas a la villa en 1116--; Urriés y sus Jornadas Culturales del Medievo; o Lobera de Onsella y su recreación del Rito del Herniado, de 1926. Salvo la feria de Almonacid, todas ellas se siguen celebrando hoy para los interesados en revivir la historia aragonesa con un toque lúdico.