Aragón volvió a demostrar ayer que la defensa del agua en esta comunidad es motivo más que suficiente para salir a la calle a levantar la voz. En su día fue para impedir el trasvase y esta vez para evitar que la gestión de este recurso acabe en manos de empresas y con proyectos "sobredimensionados" que solo benefician a intereses privados, "otra forma de trasvase". Así lo destacaron muchos de los miles de aragoneses que acudieron a la cita de la Marea Azul en su presentación en sociedad para reivindicar que la gestión debe permanecer bajo control de las instituciones. Que el agua no se vende, que gastar millones en obras faraónicas acaba detrayéndolo de servicios esenciales como la sanidad o la educación. Por eso otras mareas como la blanca, la verde o la naranja, colectivos sociales como el 15-M,sindicatos y también políticos se dejaron ver en este bautismo oficial en Aragón.

Pocas veces se pueden ver a la vez las críticas por Yesa, Biscarrues, Jánovas, las depuradoras del Pirineo, la sociedad Ecociudad Zaragoza, Mularroya, la contaminación de la mina de Borobia y un largo etcétera de reivindicaciones en política hidráulica en la comunidad autónoma. Con gritos como El agua no se vende, se ama y se defiende o Contra la privatización de los ríos, la Red de Agua Pública de Aragón (RAPA), constituida el pasado mes de enero, congregó a las asociaciones ciudadanas, colectivos sociales, ecologistas, sindicatos, representantes políticos y ciudadanos anónimos para manifestar al mediodía en la plaza del Pilar que no están dispuestos a ceder a la presión de los mercados para que se privaticen los servicios de abastecimiento y saneamiento de los municipios.

MÁS VISIBLE Lo hicieron a través de un manifiesto que también anima a la rebelión en todos ellos, grandes y pequeños, para que no deleguen sus competencias en un Instituto Aragonés del Agua (IAA) que promueve un plan de depuración en Aragón que está "sobre dimensionado" y para disuadir a la capital, Zaragoza, de cualquier intento de externalizar una competencia que, consideran, debe ser pública.

Hasta la plaza del Pilar llegaron los cuatro ríos de personas que habían partido previamente del puente de Piedra y las plazas de San Miguel, Aragón y del Portillo. Centenares de manifestantes portando pancartas con alusiones a todos los proyectos conflictivos. Se podía leer No pantano Biscarrues, Mularroya ilegal, descarte ya, Borobia no, en defensa del agua y el suelo; Ruesta, patrimonio de la humanidad en peligro, Yesa no; Río Ara, no digas que no te aviso; Agua y ríos no se venden y un sinfín de mensajes con un denominador común: el destinatario de los mismos, los gobernantes.

Todas estas reivindicaciones se efectuaron bajo el paraguas del Día Mundial del Agua y una "preocupación" que es la del encarecimiento que supondría la privatización de este servicio fundamental para los ciudadanos.

Ya en la plaza del Pilar, y con la ausencia destacada del doctor en Ciencias Físicas por la Universidad de Zaragoza y Premio Goldman de Medio Ambiente 2003, Pedro Arrojo, que no pudo acudir por motivos personales, defendieron el agua como un "derecho" y un "bien público" que no se debería tratar "como mercancía". Así lo explicó Mariano Mérida, portavoz de RAPA, quien también aseguró que con el plan de depuración de Aragón, los recibos han aumentado en ocho años "un 135%" y "casi el 25%" en los últimos dos. O que con los proyectos presentados, se podría depurar agua para una población que multiplica por cinco la actual.

TRANSPARENCIA Y exigió "claridad y transparencia" porque cuando Cristina Narbona era ministra de Medio Ambiente se anunciaron 324 millones de euros para depurar las aguas del Pirineo, se hicieron obras menores y en la actualidad muchos pueblos no tienen depuradora y están pagando el canon de saneamiento.

Precisamente, entre los manifestantes estaba Francisco Domenech, alcalde de Fabara, un municipio que era "referente" para muchos de los que le acompañaban ayer, por no haber cedido las competencias de depuración al IAA y haber ejecutado una depuradora mucho más barata y tan eficiente como las prometidas a otras localidades. "Es importante que estemos unidos porque así se hace más visible. Aragón antes gritaba no al trasvase y ahora que no se use como negocio, que sea para Aragón, no para las empresas", explicó, al tiempo que animó a los municipios que en su día delegaron la competencia del saneamiento en el Gobierno aragonés a "que convoquen un pleno y que revoquen esa decisión". "Solo así empezará a cambiar", concluyó el alcalde.

Al final, en intervenciones cortas, los sindicatos llamaron a Los asistentes a secundar la recogida de un millón de firmas que se lleva adelante como Iniciativa Ciudadana Europea a nivel de toda la UE; representantes de Madrid y de Candeleda leyeron el manifiesto de la Red Agua Pública a nivel estatal en el Día Mundial del Agua; una mujer representante de los pueblos del Pirineo, especialmente afectados por el colapso del Plan de Saneamiento de Aragón, leyó el manifiesto final de esta Marea Azul; y, para terminar, el ex Justicia de Aragón y poeta, Emilio Gastón, recitó uno de sus poemas antes de que toda la plaza cantara el Himno a la Libertad de José Antonio Labordeta. Como recuerdo, un pin con forma de botijo azul que todos portaban como un símbolo de su unidad.