Cada aragonés se habrá gastado este año 86,41 euros en lotería de Navidad si se cumplen las previsiones de ventas de las administraciones para el sorteo extraordinario de mañana, para el que la comunidad tiene consignados 116,4 millones de euros y en la que se han puesto a la venta 582.004 billetes.

Por provincias, Huesca tiene consignados 111,20 euros por habitante, seguida de Teruel, con 92,67 euros, y Zaragoza, con 79,76 euros.

En la provincia oscense se han consignado 125.834 billetes, por un valor de 25.166.800 euros; 65.878 en Teruel por 13.175.600 euros; y 390.292 en Zaragoza, por un valor de 78.058.400 euros.

En Aragón el pasado año se pusieron a la venta 468.755 billetes para "El Gordo" por un valor de 93.751.060, es decir, 22,6 millones menos que este año 2014.

La provincia oscense también fue el pasado año la que tuvo más euros por habitante consignados para este sorteo, un total de 93,74, seguida de Teruel, con 68,64, y Zaragoza, con 63,95 euros.

Pese a que los oscenses son los aragoneses que más gastan y confían en la suerte del sorteo del 22 de diciembre, ha sido la provincia zaragozana la que más veces ha sido agraciada con "El Gordo", un total de trece, de las que doce, las últimas los años 2008, 2010 y 2012, se quedó en la capital mientras que en 1992 recaló en Calatayud.

La provincia oscense ha sido agraciada con "El Gordo" en tres ocasiones, dos en la capital, en 1963 y 2012, y una en Grañén en 2011.

Además, el premio ha recaído en tres ocasiones en la provincia de Teruel, dos en la capital y una, en 2007, en Alcañiz.

La lotería de Navidad, que tiene sus orígenes en 1812, aunque su denominación actual comenzó a utilizarse en 1892, reparte 2.240 millones de euros en premios, cinco de los cuales son los llamados gordos: un primero, un segundo, un tercero, dos cuartos y ocho quintos.

El sorteo, que tiene como escenario del Teatro Real de Madrid, se realiza por el sistema tradicional, un bombo para los números y otro para los premios, y un grupo de niños del colegio de Sal Ildefonso, seleccionados por su timbre de voz y por su pronunciación, cantan la suerte durante aproximadamente tres horas y media.