El árbol que cayó sobre un peatón de 72 años en el Camino de las Torres este miércoles estaba clasificado como de categoría A, es decir, de «prácticamente nulo riesgo». Así lo aseguró ayer el concejal de Servicios Públicos, Alberto Cubero, para quien el suceso «se puede catalogar como un accidente imprevisible en una ciudad con 180.000 posiciones arboladas y por las condiciones climatológicas que hemos vivido en los últimos días». Según el PP, «la raíz estaba podrida».

Los populares cargaron duramente contra Cubero, quien «solo se preocupa de municipalizar el servicio mientras los árboles se caen», aseguró el concejal del PP Sebastián Contín.

Este árbol de gran porte se desplomó sobre un peatón que sufrió un golpe en la cabeza, causándole una brecha y lesiones en la pierna. Ayer fue dado de alta tras pasar la noche en observación.

En un mes se han caído ya tres ejemplares de gran porte. El 19 de junio se partió uno en dos aplastando un taxi que se encontraba estacionado en la plaza Salamero. Ese día ni llovió ni hizo viento. El 2 de junio, en la calle Mompeón Motos, otro ejemplar dañó varios coches aparcados tras una fuerte tormenta.

El problema en Zaragoza no se limita a la caída de árboles, ya que los ciudadanos se enfrentan también las ramas. Solo el miércoles, los bomberos hicieron más de diez salidas por este motivo.

El concejal explicó que en la ciudad hay más de 170.000 árboles que soportan duras condiciones climatológicas con fuertes rachas de viento a diario afectando a su estado. Añadió que «entra dentro de los previsible» que se produzcan incidentes como la caída de ramas o arbustos.

ACTUACIÓN / En el caso de la acacia que cayó sobre el peatón esta semana, según informaron desde el servicio y atendiendo a la última revisión que se realizó, se encontraba en buenas condiciones, su estructura estaba correcta y no sufría inclinación alguna. Además, fue podado hace dos años.

La lluvia de los últimos días, que han reblandecido el suelo -en este caso las raíces no eran profundas- y las fuertes rachas de viento, que han alcanzado hasta los 70 kilómetros por hora, podrían haber provocado el desplome.