El abogado del exgerente de Plaza Ricardo García Becerril, José María Gimeno del Busto, reveló ayer en la sala que el Juzgado de Instrucción número 2 de Zaragoza ha archivado el caso paraísos de Plaza contra él (sigue contra Escó, Agapito Iglesias y el director técnico de Plaza, Miguel Ángel Pérez Cervantes). El caso es una pieza separada que se centra en saber adónde fue a parar el dinero de los presuntos sobreprecios pagados a la empresa Codesport por unas naves. Por esta obras fueron condenados a cuatro años de prisión Escó, García Becerril y Agapito Iglesias, pero está recurrida ante el Supremo.

El abogado reveló este archivo por un doble motivo: por un lado, para indicar al jurado que gran parte de las supuestas corruptelas de Plaza están siendo archivadas; por otro, para justificar que su cliente no respondiera preguntas sobre su patrimonio. Porque el motivo del archivo es precisamente que su dinero ya se investiga en la causa principal.

El exgerente eludió por ello responder a las preguntas sobre sus finanzas, relacionadas con su parte de la presunta mordida por el kartódromo.

No lo hizo así Carlos Escó, que ha presentado un informe pericial en el que justifica sus gastos en efectivo en esos años. El informe del grupo de Blanqueo de Capitales de la Policía Nacional indicaba que este dispendio en cash podía coincidir con su parte de la comisión. De hecho es la prueba principal contra él en cuanto al cohecho, ya que la otra es un testimonio de referencia de García Becerril.

Según avanzó, el informe (el perito lo defenderá esta semana) enmarca gran parte de los ingresos en efectivo en la herencia de su mujer, Eva Almunia. Al preguntarle el fiscal por qué no había argumentado esto en los meses de instrucción, explicó que iba a acabar en el banquillo igual, por ser político.