Gitana S., vecina de Fraga, recibió en mayo del año pasado un impacto de perdigón en la cara cuando caminaba tranquilamente por la ciudad, un impacto por el que ha tenido que ser operada y que aún la mantiene de baja, con media cara paralizada y con muchos dolores. Pero el caso ha sido sobreseído por falta de autor conocido.

La víctima, ucraniana, sostiene que dado el lugar donde se produjo el disparo, no hay muchas casas desde las que pudo alcanzarle. Sin embargo, la Guardia Civil no ha podido determinar el autor, y el juez ha sobreseído provisionalmente la causa. La decisión está recurrida, pero para Gitana es "una vergüenza" que la agresión gratuita pueda quedar sin castigo.

La aparente broma pesada pudo salir muy cara, ya que el proyectil se introdujo hasta ocho centímetros en la cabeza, y pasó cerca del seno del ojo, que afortunadamente no perdió. Sí le afectó al sistema nervioso, lo que se refleja en la parálisis facial que sigue sufriendo la mujer.

Los hechos tuvieron lugar el pasado 30 de mayo, sobre las 22.00 horas, cuando Gitana paseaba con su hija y su hermana por la avenida Madrid de Fraga, cerca de la gasolinera. Fue entonces cuando ella sintió un golpe en la cara.

"Fuimos al médico, al principio no me sabían decir qué era, pero en la radiografía se veía claramente que era un perdigón", explica. "Me llevaron a Barcelona para operarme, y me tuvieron que levantar la oreja para extraerlo, pero aún no estoy recuperada", asegura.

Según explica la víctima, considerando el lugar donde estaba y la zona de la cara donde se produjo el impacto, no debería ser tan difícil contar con al menos un punto de partida por el que comenzar a investigar las viviendas. Ella y su entorno tienen sus sospechas. Pero aprecian "pasividad y desinterés" entre los responsables de la investigación.

PERDIGÓN

Para más inri, el proyectil tiene unas características no habituales que permitirían, en su caso, determinar e identificar el arma desde la que fue disparado, asegura la familia.

Lógicamente pusieron el caso en manos de la Guardia Civil, pero su sorpresa llegó hace apenas semana y media, cuando les notificaron el auto judicial por el que el caso quedaba aparcado. "Esto no puede estar bien hecho, tienen que saber de dónde salió", sostiene la mujer.

Fuentes de la localidad sostienen que estos episodios de disparos de perdigón no son del todo extraños en Fraga, y se han repetido a lo largo del tiempo, con lo que nada indica que se trate del mismo autor.

De hecho, otro factor que contribuye a la indignación de Gitana y su familia es que en otros casos, como el de los disparos que recibió en las ventanas un familiar de un eurodiputado originario de Fraga, sí se atrapó a los responsables. Y eso que causaron solo daños materiales, recuerdan.

También en Huesca capital, recientemente, se detuvo al joven presuntamente responsable del perdigonazo a un agente de la Policía, al que hizo caer en una emboscada con un falso aviso de emergencia.