Tres coches estacionados en la calle Monasterio de Piedra, en el zaragozano barrio de Oliver, ardieron en la medianoche de ayer y las llamas, que se habían iniciado en unos contenedores contiguos, se propagaron a la fachada del edificio más próximo, que sufrió grandes daños. Todos los indicios apuntan a que una o más personas prendieron fuego a los depósitos de reciclaje y que el fuego se descontroló y se propagó a los vehículos aparcados en la calle.

Los Bomberos de Zaragoza recibieron la llamada sobre las 00.00 horas y se desplazaron a la calle afectada, donde las llamaradas habían causado temor entre los vecinos, que bajaron a la calle ante el temor de que el fuego afectara al inmueble.