La sociedad gestora del Centro Musical Las Armas (público pero de gestión privada), El Fantasma Producciones, respondió ayer a las críticas lanzadas por la Asociación de Vecinos Lanuza Casco Viejo respecto a las molestias que genera su actividad en el barrio y acusó a este colectivo de lanzar «insidias» contra la gestión que realizan. Así lo manifestó su gerente, Sergio Vinadé, quien solicitó diálogo para solucionar el problema y sugirió la creación de un foro en el que todas las partes -como colectivos vecinales, la gestora del centro y el ayuntamiento- participen para hallar soluciones a los conflictos. Precisamente, destacó que han intentado contactar en varias ocasiones con la asociación para tratar estos problemas -como ruido, suciedad o aglomeraciones- y que no han obtenido respuesta.

Acerca de este asunto, explicó que en el 2016 sí se reunieron con representantes de distintas áreas municipales implicadas y la asociación vecinal para abordar las quejas. En ella, relató el gerente, constataron «varios errores» en su afán programador y propusieron una serie de normas para facilitar la convivencia. No obstante, afirmó que desde abril de ese año no han vuelto a saber nada del colectivo que, consideró, no representa a todos los vecinos.

Para dar a conocer su actividad, van a organizar una jornada informativa el 15 de junio en la que instalarán un buzón de sugerencias para recoger directamente las quejas. También tratarán que se entienda que no son el ayuntamiento, sino una empresa privada que quiere formar parte «de un proyecto de barrio y de ciudad».

El presidente del colectivo vecinal, Eddy Castro, afirmó respecto a las peticiones de diálogo que «no tiene ningún sentido» que intenten contactar con ellos desde la gestora, puesto que ha de ser el consistorio el encargado de crear una mesa técnica que aborde el conflicto. «Nunca hemos intentado, o no ha sido nuestra intención, atacar a los gestores», matizó Castro, quien, no obstante, puntualizó que se trata de un edificio municipal y que, por ende, es responsabilidad del ayuntamiento. También subrayó que dos familias han dejado el entorno a causa del ruido y que hay una tercera a punto de hacerlo. Por ello, recalcó que es un problema «muy grave» y pidió la actuación del consistorio.