Rondaban las 6.00 horas del lunes cuando la central del 091 en Zaragoza recibió el aviso de un altercado en la calle Celanova del barrio zaragozano de Delicias, ocurrido en una discoteca que funciona como afterhours. Los agentes de la Policía Nacional, acostumbrados a estas llamadas por peleas, agresiones y otras incidencias en la zona, se desplazaron de nuevo al lugar.

Al llegar, entre el barullo, vieron salir corriendo a un hombre, quien luego sería detenido, identificado como R. A. T. A., de 38 años y nacionalidad dominicana. Cuando le dieron el alto, explicó que había salido huyendo porque se estaba produciendo una pelea, pero las primeras indagaciones apuntaron a que se trataba precisamente del agresor.

Mientras unos agentes le detenían, otros se hacían cargo de la víctima, un hombre que, en principio, presentaba una aparatosa herida en la cabeza y aseguraba que le habían agredido con un arma blanca.

Esta no llegó a aparecer por ningún sitio en el rastreo de la zona, y otros clientes del establecimiento afirmaron que lo que le habían propinado era un botellazo en la cabeza. La herida, por la sangre, aparentaba ser importante, pero quedó en más llamativa que grave.

Aun así, el presunto agresor fue detenido por lesiones y amenazas graves, y el lunes fue puesto a disposición judicial. Este diario no pudo confirmar si quedó en libertad con cargos, pero parece probable, dado que no tenía antecedentes penales, según fuentes consultadas.

La discoteca, o más bien sus alrededores, dan un trabajo considerable a las fuerzas de seguridad y molestias a los vecinos, aunque hasta ahora los incidentes que han trascendido, algunos graves, los han padecido mayoritariamente sus propios clientes.

Pese a que, según las citadas fuentes, las llamadas son continuas, hacía más de un año que no trascendían hechos de gravedad en la zona. El último fue en febrero del año pasado, cuando la Policía arrestaba a un hombre por agredir sexualmente a su pareja, a la que además robó el teléfono móvil, también sobre las 6.30 horas en la citada vía. Según se publicó en su día, el hombre acababa de salir de permiso de la cárcel.

Pocos meses antes, en octubre del 2016, la Policía (en aquel caso, la Local en primer término) acudía también al lugar ante la denuncia de violación de una joven, que dijo que varios varones la habían agredido sexualmente y apaleado a su novio. Finalmente se negó a denunciar los hechos, se sospechó que por tratarse de asuntos de bandas.