La Policía Nacional detuvo a tres personas, un taxista de nacionalidad española y un matrimonio de origen dominicano, por traficar con cocaína en la capital aragonesa. Todos ellos están relacionados entre sí.

Las investigación comenzó en junio a raíz de informaciones recibidas gracias a la colaboración ciudadana sobre la distribución de cocaína en Zaragoza.

Tras varios meses, los agentes determinaron la existencia de un piso en donde residía un matrimonio, situado en la calle Marqués de Ahumada, que servía como centro de abastecimiento de venta de papelinas de sustancia estupefaciente.

Al parecer, estas personas se relacionaban con otras terceras que eran utilizadas como distribuidores finales de la cocaína, según fuentes policiales.

En el interior de dicha vivienda hallaron numerosos útiles dedicados a la confección de papelinas de cocaína, doce bolsitas listas para su venta que arrojaban un peso de 27 gramos, y un laboratorio de secado de esta sustancia.

Asimismo, encontraron en diferentes recipientes una cantidad aproximada de tres kilos ochocientos gramos, además de una balanza de precisión, amoníaco, una prensa, bolas antihumedad, y una paquete de cemento blanco utilizado, presumiblemente, para el corte de la sustancia estupefaciente.

Uno de los arrestados es un taxista de Zaragoza que, según la Jefatura Superior de Policía en Aragón, utilizaba su vehículo para vender como intermediario las papelinas del detenido dominicano.

Según los investigadores, la droga habría entrado en España burlando diferentes controles y estaba mezclada con sustancias legales, siendo necesario un proceso posterior de "cocina", es decir, la separación de la cocaína del resto del producto en el que viene oculta.

Los tres se enfrentan has a penas de hasta seis años de prisión que establece el código penal.

La operación fue desarrollada por miembros de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de la Jefatura Superior de Policía en Aragón.