La Guardia Civil ha detenido al gerente de un bar zaragozano que presuntamente vendió tres máquinas dispensadoras y recreativas que tenía alquiladas, no sin antes forzar los cajetines para obtener la recaudación. En la misma operación han sido detenidos, por receptación, un intermediario que compró las máquinas y las vendió al propietario de una empresa en Cuarte de Huerva, igualmente arrestado ya que, como el anterior, no se molestó en solicitar la documentación que acreditaba la propiedad de las máquinas. Los tres son españoles, de entre 35 y 46 años.

El instituto armado contó con la inestimable colaboración del verdadero dueño de las máquinas, que no solo puso la denuncia al comprobar que el bar estaba cerrado y no podía localizar al arrendatario, sino que las localizó en la empresa de Cuarte donde fueron recuperadas.