Los dos vecinos de Daroca de origen rumano que fueron arrestados hace dos semanas por, supuestamente, apedrear e intentar quemar a una indigente en esta localidad zaragozana piden salir del centro penitenciario de Zuera. Allí fueron enviados de forma provisional, tras su arresto.

A través de su abogado, el penalista Luis Nivela, señalan que no hay razones para considerarles autores de esta agresión, que adelantó EL PERIÓDICO. Nihai M. y Raúl Ioan R. consideran que la investigación fue manipulada. Solicitan que se invalide la rueda de reconocimiento porque, previamente a realizarse, la Guardia Civil habría pedido a la víctima que mirara por la ventana e identificara si los dos hombres que estaban en la calle, hablando con otro agente, eran los responsables de esta brutal agresión.

Además de esta presunta intoxicación de las pruebas, el abogado también señala que los investigadores se lo ocultaron al juez instructor. Asimismo, asevera que los dos arrestados fueron «engañados» por la Benemérita, ya que se les citó en dependencias policiales para colaborar y fueron finalmente arrestados, después de la rueda de reconocimiento no oficial.

La defensa de estos dos jóvenes resalta también el trastorno de personalidad que sufre la víctima. Se basa en él para sostener que la declaración de la indigente está «plagada de mentiras y contradicciones».

También destaca que hay una declaración de dos testigos, quienes señalan a Nihai M. y Raúl Ioan R. en un garaje y no en el soportal de la residencia de religiosas en el que se produjeron los hechos. Va más allá y apunta a que estas dos personas no salieron del aparcamiento en el momento en el que se lo requirieron los miembros del instituto armado porque tenían miedo. Y es que en el interior habían estado fumando marihuana.

El abogado asegura que el incendio se produjo por un cigarro mal apagado de la transeúnte.

Todo ello supone, según Nivela, que no hay pruebas que apunten directamente contra estas dos personas, de las que resalta que llevan 17 años viviendo en Daroca sin generar ningún tipo de problema de convivencia y que tampoco tienen antecedentes penales. «Sorprende que la motivación para enviarles a prisión sea por el simple hecho de su nacionalidad rumana y que no posean propiedades», apunta el letrado, quien sostiene que no hay peligro de fuga.

En la instrucción de este caso será determinante la declaración de los testigos que evitaron que la mujer muriera quemada.