El conflicto del autobús sigue en pie a pesar de que el pasado domingo se vivieran los últimos paros parciales en el servicio, que se han realizado durante los últimos fines de semana y solo de tres horas. Sus discrepancias siguen intactas y anteayer culminaban el calendario de afecciones al servicio con acusaciones cruzadas, entre la dirección de Avanza Zaragoza y su comité de empresa, de «coacciones» a la plantilla para secundar la movilización o para forzar que salgan a la calle los vehículos. Una situación en la que el ayuntamiento prefiere continuar «al margen» de este problema «interno».

Así se manifestó ayer la responsable de Movilidad del Ayuntamiento de Zaragoza, Teresa Artigas, quien explicó que se han mantenido conversaciones «con ambas partes» y que las diferencias «deben dirimirse en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje». Además, la concejala aseveró que la dirección y el comité siguen teniendo reuniones «técnicas» para resolver esas «cuestiones laborales».

Su papel, añadió, trata de «intervenir en todo lo que tiene que ver con la mejora del servicio», pero que «las cuestiones laborales son un conflicto interno en el que el ayuntamiento no tiene capacidad de intervenir».

No en vano, el próximo día 10 puede recrudecerse el conflicto, ya que hay convocada una asamblea de trabajadores en la que se informará de la situación y se analizarán próximas movilizaciones.