La Asociación de Afectados por las riadas del Ebro (Asafre) ha alertado hoy del riesgo ha alertado hoy de que "la riada de 2018 aún no está zanjada" y existe el riesgo de un nuevo repunte del caudal y que en el caso de que no se reparen antes los daños de la reciente crecida los municipios de Quinto y Pina de Ebro "corren peligro".

Así lo han puesto de manifiesto el presidente y vicepresidente de la organización, Alfonso Barreras y Luis Pablo Latorre, respectivamente, en una rueda de prensa en Zaragoza en la que han comparecido para hacer un balance de la última crecida del Ebro de hace una semana.

Las primeras estimaciones de Asafre son 35.000 hectáreas de cultivos y producción inundadas en las provincias de Navarra, Aragón y La Rioja y la evacuación, que tuvieron que asumir los propios ganaderos, de 53.000 animales (26.000 cabezas de porcino, 21.000 de ovino y 6.000 de vacuno) además de otros 94 cerdos muertos en una explotación.

A los que se suman 75 millones de euros de daños como consecuencia de las pérdidas de cosecha e infraestructuras y el coste que supuso para las administraciones públicas las movilización de 600 efectivos.

Según Latorre, el problema es que en 15 años "hemos tirado más de quince millones de euros públicos en reparaciones puntuales y apaños que no han servido para nada".

Sí que han servido, no obstante, "algunas obras" que se han realizado desde 2015 que han paliado las consecuencias en esta inundación pero que, ha advertido, "no han sido consensuadas" y son "insuficientes", ya que a juicio del vicepresidente de Asafre, "se necesita un plan más ambicioso" para aprovechar las ayudas europeas y con actuaciones tanto en la margen derecha como en la izquierda de la cuenca.

En ese sentido han insistido en la necesidad de equilibrar las riberas de ambos márgenes y de los distintos tramos, el aprovechamiento de los áridos que se depositan en determinados puntos del cauce y una nueva estación de aforo en Gallur, una vez que el río Arba ha desembocado en al Ebro.

Pero también que se liberalicen las medidas ambientales dentro de la cuenca y que "vuelvan donde estaban", además de un presupuesto anual en los Presupuestos Generales del Estado.

En opinión de los portavoces de Asafre, la limpieza en el tramo de Pradilla "no es la solución" porque habría que acometer esta limpieza de manera "más profunda y en más tramos".

Según Barreras, "el problema es que falla el sistema. ¡Ya vale de proyectos!" ha exclamado para apuntar que lo que se necesitan son "medidas urgentes" porque "en el momento en que desaparezca el sector agricultor y ganadero desaparecerá el sistema".

"Si no se ponen medidas urgentes desaparecerán 180.000 habitantes de los pueblos ribereños, con sus consecuencias", ha subrayado Barreras quien ha reiterado además que los afectados "no queremos cobrar seguros" si no vender la producción.