Pinta, escribe, lee y, el mes que viene, tiene previsto casarse. Todo, sin salir de la prisión. Andrés Rabadán, de 32 años, conocido como el asesino de la ballesta --por el arma utilizada para matar a su padre el año 1994--, se casará en noviembre en la prisión de Brians (Barcelona). Su futura esposa es una auxiliar de enfermería a la que conoció en la cárcel de Cuatro Caminos (Barcelona).

El próximo mes de febrero hará 12 años que Rabadán no pone un pie en la calle desde que en 1994 matara a su padre con cuatro flechas disparadas con una ballesta. Se entregó como autor del asesinato y, ante los atónitos agentes de la Guardia Civil, aprovechó para confesar que era la persona que había descarrilado tres trenes de la línea del Maresme meses antes.

Desde entonces no ha tenido ningún permiso pese a que un juez adujo que su esquizofrenia estaba curada. La Audiencia de Barcelona le mantuvo en el psiquiátrico de la cárcel. Actualmente está pendiente otra resolución de la misma Audiencia de Barcelona tras una nueva petición de libertad. Fuentes judiciales explicaron que la boda --en breve se fijará un día de noviembre-- se celebrará dentro del centro penitenciario de Brians, hasta donde se trasladará el juez de Martorell (Barcelona) para oficiar la ceremonia civil.

La novia es C. una mujer de 27 años que trabajaba de auxiliar en la enfermería de la prisión de Cuatro Caminos cuando Rabadán cumplía allí condena. "Realizaba tareas como reparto de medicación, entre otras", explicaron las mismas fuentes para añadir que la joven, personal interino, dejó su puesto a raíz de la relación sentimental que había entablado con el recluso. Rabadán, al que los jueces condenaron a 18 años de internamiento en un psiquiátrico por los tres descarrilamientos, siempre ha estado en los departamentos de psiquiatría de distintas prisiones.

LOS DETALLES La que se convertirá en mujer de Rabadán trabaja ahora en un hospital psiquiátrico sin vínculo alguno con la administración penitenciaria.

Fuentes judiciales explicaron que los detalles de la boda ya han sido concretados con el director de tratamiento de la prisión de Brians. Por ejemplo, podrán asistir al enlace solamente los familiares más directos, de primer grado. Después, las mismas fuentes explicaron que la administración penitenciaria tiene prevista una comida --"a modo de banquete nupcial"-- para el matrimonio y sus familiares.