Vicente Torres Roig, el hombre que fue detenido en junio de este año por el asesinato de su compañero de piso Reinaldo Lázaro García en la zaragozana calle Domingo Ram, no sufre de ningún tipo de trastorno delirante que le llevara a cometer dicho delito. De esta forma se le cierran las puertas para intentar solicitar una disminución de la pena por cuestiones de salud mental.

Así lo señalan los psicólogos forenses del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) en el informe remitido al Juzgado de Instrucción número 4 de Zaragoza. En dicho estudio, los especialistas señalan que es plenamente imputable. Subrayan una cualidad que le distingue: socializar en un mundo violento que le permite sobrevivir. Esto no significa, según el análisis, que no tenga capacidad de distinguir los hechos que comete y las consecuencias de los mismos.

No obstante, sí observaron en Vicente Torres un trastono inicialmente de conducta y posteriormente de personalidad, al que hay que sumar «un analfabetismo por falta de formación y una escasísima inserción social».

Una valoración psicológica que coincide con la declaración que este hombre de 51 años y natural de San José de Talaia (Islas Baleares) ofreció ante el juzgado, tras su arresto. En ese momento, asistido por su abogado Enrique Puértolas, admitió ser el autor del brutal asesinato, si bien justificó que fue en legítima defensa.

Al parecer, tuvo miedo a su colega de apartamento, llegando incluso a instalarse un cerrojo en su cuarto para evitar que entrara. De hecho, el día que cometió el crimen llegó a temer por su vida tras observar que Reinaldo Lázaro García se echaba la mano al bolsillo trasero de su pantalón. Fue en ese momento cuando decidió correr a la cocina del piso para coger un cuchillo y clavárselo. Concretamente le asestó ocho puñaladas en el costado derecho que afectaron a órganos vitales como el hígado y el corazón. Le llegó a romper dos costillas. Fue tal la pérdida de sangre que falleció de un shock hemorrágico, tal y como adelantó este diario.

ANTECEDENTES

No es el único episodio violento en el historial de Vicente Torres Roig, En el 2005 fue arrestado en Alicante por intentar acabar con la vida de un indigente con el que compartía el puente en el que dormía todas las noches. No mató a Carlos Sansaloni Rots porque una patrulla observó los hechos y le detuvo en el acto. Aceptó 9 años de prisión. Los hechos fueron muy similares, ya que se produjo una discusión entre ambos que, en un primer momento, se quedó en palabras. Sin embargo, esperó a que se quedara dormido y regresó con una azada de grandes dimensiones con la que golpeó con ensañamiento a su víctima.

Antes de este suceso, Vicente Torres Roig contaba con nueve detenciones anteriores como autor de delitos como amenazas, resistencia, desobediencia y atentado contra agentes de la autoridad. Actualmente permanece en la cárcel de Zuera (Zaragoza).