Los vertidos de la estación depuradora de Ágreda-Ólvega (Soria), los de la piscifactoría de Vozmediano y la presencia de una importante cabaña ganadera porcina son las principales causas de la eutrofia detectada en el embalse de El Val, en el término zaragozano de Los Fayos. Así se recoge en el estudio realizado por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) para conocer el motivo por el que dicho pantano presenta un potencial ecológico moderado y con el fin de poder reducir las presiones que recibe para cumplir con los objetivos de la Directiva Marco del Agua.

El estudio, que destaca el buen estado del río Queiles aguas abajo del embalse, ha generado un modelo matemático que reproduce las distintas aportaciones de agua y fósforo al embalse. Desde el 2016 se han incrementado los controles sobre los vertidos en la cuenca, con diferentes campañas de muestreo, inspecciones, requerimientos sobre el cumplimiento estricto de los límites de vertido y reuniones con los titulares de los mismos. También se muestrearon las dos entradas de agua al pantano: el río Val y el Queiles, así como el embalse en diferentes puntos y profundidades, en dos épocas del año.

El pantano, propuesto por el Ministerio de Medio Ambiente para ser declarado zona sensible, se ha diagnosticado como eutrófico (potencial ecológico moderado) por la presencia excesiva de nutrientes, fósforo y nitrógeno principalmente, que hacen proliferar el fitoplancton (aspecto verdoso del embalse).

Durante el periodo en el que se ha prolongado el estudio se ha comprobado un descenso en la concentración de fósforo, que ha pasado de 80 microgramos por litro en los primeros años, a 40 en los últimos.

Entre las causas del descenso citan desde la CHE que los vertidos de las poblaciones de Ágreda-Ólvega no contaron con depuración hasta el 2009 y las aportaciones regulares realizadas desde el río Queiles se hicieron a partir del año 2013.