El atleta zaragozano Iván Ramírez acaba de solicitar una pena de 14 años de prisión para Ivan K. S., el joven que le agredió brutalmente en octubre del 2016 en un corral de Ejea de los Caballeros. Le acusa de dos delitos: asesinato en grado de tentativa y omisión del deber de socorro. El deportista propone que de ser condenado a prisión, Ivan K. S. pueda sustituirla por su expulsión del país durante diez años.

Junto a la privación de libertad también pide 37.200 euros por los 186 días que estuvo hospitalizado (llegó a estar en coma inducido por el traumatismo craneal); 5.000 euros por las intervenciones quirúrgicas que le practicaron; 640.000 por las secuelas y 150.000 por daños morales.

La abogada del atleta, María Mercedes Lasierra Navarro, señala que Iván Ramírez «fue dirigido hacia una emboscada durante la semana del 2 al 7 de octubre del 2016» cuando concertó con su prima una cita. Lo hizo a través de Facebook, aplicación que ambos empleaban para mantener conversaciones de contenido sexual. Unos mensajes que, según la acusación particular, «eran conocidos, en connivencia y tenían la participación directa» no solo de la joven, sino también del novio de la misma, Ivan K. S.

Fue el 7 de octubre del 2016, a las 22.00 horas, cuando Iván Ramírez y su prima (que era menor edad, aunque él creía que ya había cumplido los 18) quedaron a las afueras de Ejea. El deportista de 39 años llegó al lugar, estacionó su coche y ahí estaba esperándole la joven, quien le llevó a un lugar cerrado en cuyo interior, supuestamente, estaban escondidos Ivan K. S. y su primo Aleks T. (a quien le acusa de un delito de omisión del deber de socorro por el que le pide 7.200 euro). En dicho lugar fue donde la víctima recibió una brutal paliza en la que se pudo emplear un objeto contundente.

Como consecuencia de la misma, Iván Ramírez sufrió un traumatismo craneoencefálico grave; infarto en la arteria cerebral posterior izquierda, así como un colapso parcial del ventrículo lateral izquierdo y una herniación subfacial. La acusación incide que ante la gravedad de los hechos «ninguno de ellos hizo nada por impedir la agresión, llegando incluso a escuchar un golpe similar a un crujido». La única acción que realizaron minutos después fue la de avisar a la madre de la menor para que ella llamara a la de Iván Ramírez. Fue un vecino de la zona quien, finalmente, encontró moribundo, dos horas después, a Iván Ramírez.

El abogado defensor, José Cabrejas, mantiene que las graves lesiones fueron al caer al suelo y que no hubo intención de matar a la víctima.