Los atracadores que el pasado lunes secuestraron --y luego liberaron-- a una zaragozana para robarle el coche, dispararon al dueño de una armería en Huesca, en un aparente atraco frustrado y dejaron el coche en Candasnos, no robaron ningún otro vehículo para continuar la fuga.

Según fuentes policiales, ayer no constaba aún ninguna denuncia por sustracción, y prácticamente está descartado que lo hicieran. Así que sigue el misterio sobre si un posible tercer cómplice les fue a buscar o se las ingeniaron para desaparecer, tras dejar el coche en un descampado, casi a un kilómetro de la localidad bajocinqueña.

La Policía sigue buscando a los dos hombres, y la Guardia Civil ha sido finalmente la encargada de analizar el Fiat Punto de color rojo abandonado, que será será minuciosamente revisado antes de ser devuelto a su propietaria. Esta, según fuentes consultadas, está de baja laboral por la fuerte impresión que se llevó el lunes, después de que la encañonaran y la metieran en el maletero de su coche. La liberaron en el polígono de La Cartuja y pudo pedir ayuda, pero anteayer, cuando declaró ante la Policía Nacional, aún estaba bajo un fuerte shock.

Mientras, el propietario de la armería continúa recuperándose en el hospital San Jorge, tras ser operado con éxito del disparo que le atravesó las dos piernas. Rubén Cáncer, de 34 años, aclaró ayer en declaraciones a Aragón TV que no se encaró con los asaltantes, como apuntaban las primeras versiones de los testigos, sino que pudo fugarse en un descuido mientras trataban de inmovilizarle.

Según explicó, entraron los dos en la armería, encapuchados, uno con un cuchillo y otro con una pistola. Le obligaron a arrodillarse y le iban a maniatar, pero se distrajeron y pudo huir a la carrera. Fue en ese momento cuando le dispararon, y el tiro, que trató de esquivar, le atravesó las piernas.

La Policía mantiene abiertas todas las hipótesis sobre el incidente, desde el aparente atraco hasta algún tipo de ajuste de cuentas. Lo que descartan es el terrorismo, pese a que la víctima del secuestro dijera que los hombres tenían "acento vasco" y dijeran que iban a atentar.