Después de más de un mes de actividad, la muestra navideña de la plaza del Pilar de Zaragoza celebra hoy su última jornada. Las atracciones infantiles se han convertido en el gran éxito de la Navidad y los datos reflejan cifras de afluencia más elevadas que en el 2015. Por el contrario, los puestos de artesanía y productos de alimentación han registrado peores resultados con un total de 135.000 visitas. El frío y la niebla puede ser los causantes de este descenso.

Según los últimos datos proporcionados por el ayuntamiento, hasta el pasado jueves la pista de hielo cubierta había recibido 15.350 visitas, 2.850 más que el año pasado. Una cifra que la convierte en la actividad estrella por ser la más demandada. «Había días en los que la gente tenía que hacer más de dos horas de cola. Estábamos colapsados porque el aforo estaba completo y no quedaban patines», explicó Marta García, una de las trabajadoras. Este año, ha cambiado la ubicación de la pista de hielo y, aunque el tamaño de esta es el mismo, la dimensión de la carpa ha sido menor. «El espacio ha quedado muy reducido y a veces la gente se ha ido porque se agobiaban», apuntó.

Los trineos también han registrado resultados positivos y han recibido 13.750 visitas frente a las 12.500 del año pasado. Esta actividad lleva realizándose cuatro años y, a pesar de ser una atracción destinada a los más pequeños, también atrae al público adulto. «Sobre todo hemos recibido niños, pero también se montan padres y hasta alguna despedida de soltero», explicó Jorge García, taquillero del tobogán. Aunque ha habido días más «flojos», han tenido otros en los que han trabajado «seis horas seguidas, sin que dejara de bajar gente en ningún momento», manifestó. La gran novedad de este año ha sido el parque de arborismo que se inaugura con una gran aceptación por parte del público y registra 6.531 visitas. «A pesar del frío, muchos se han animado a hacer un poco de deporte y divertirse al mismo tiempo», explicó Inés Azagra, taquillera de la actividad. Por otro lado, 6.500 personas han disfrutado de un paseo en ponys ecológicos, construídos en madera.

Los puestos de productos artesanos recibieron, hasta el pasado jueves y a falta de los datos del puente de Reyes, a 135.000 personas, frente a los 355.000 del año pasado. Los comerciantes achacan esta disminución al mal tiempo y las bajas temperaturas del mes de diciembre. «Puede que este año haya sido un poco más flojo porque el frío hace que la gente salga menos a pasear», explicó Carlos García, vendedor de productos apícolas.

Aunque el número de personas que han pasado por la muestra es inferior al del 2015, el de ventas, según los dependientes, es similar a la campaña del año pasado. Fue en el puente de la Constitución cuando se registró el mayor pico de ingresos. «Vendimos más esa semana que en los días de Navidad porque vinieron muchos turistas a Zaragoza. El balance general es positivo», explicó Alba Ortega, responsable de un puesto de restauración.