Cifras de récord. La sanidad pública aragonesa depara también buenos datos y, durante el primer trimestre del 2013, ha visto cómo el número de donantes de órganos ha aumentado un 113% con respecto al mismo periodo del año anterior. Según explicó ayer el coordinador autonómico de trasplantes, José Ignacio Sánchez Miret, ello ha propiciado que el número de intervenciones haya crecido en la comunidad un 58%.

En términos absolutos, se ha pasado de 8 a 17 donantes fallecidos, y de 26 a 41 trasplantes. 2 de ellos han sido cardiacos, 9 hepáticos y 30 renales. La mayor parte de donaciones tuvo lugar en el hospital Clínico de Zaragoza --11-- y también las hubo en el Servet --5-- y en el Obispo Polanco de Teruel --1--. Sánchez Miret, que dio a conocer estos datos antes de la inauguración en Zaragoza de la décima Reunión Nacional de Coordinadores de Trasplantes y Profesionales de la Comunicación, se mostró satisfecho de estas cifras y afirmó que "permiten ceder a otras comunidades un número significativo de órganos".

El responsable de esta materia en Aragón aprovechó para "insistir" sobre la importancia de contar con donantes vivos para trasplantes de riñón --durante el primer trimestre se han registrado 3 de personas que no han fallecido--. "Para nuestros enfermos jóvenes necesitamos órganos de personas más jóvenes", avisó Sánchez Miret. Y argumentó que "cualquier persona vinculada a alguien con una enfermedad renal ha de saber que la opción de donar un riñón no va a modificar su calidad de vida ni la duración de su existencia".

IMPORTANTE PROBLEMA En la inauguración del encuentro también participó el director de la Organización Nacional de Trasplantes, Rafael Matesanz, quien alertó sobre el "fraude" y el "importante problema que para la salud pública" representa el turismo de células madre. Matesanz explicó que son víctimas "pacientes con enfermedades que no tienen un tratamiento razonable en la medicina tradicional" y que "se someten a infusiones de células madre de distinta procedencia, como cordones umbilicales, embriones o fetos".

Añadió que sus resultados "son prácticamente nulos, en el mejor de los casos, y negativos para la salud y el bolsillo de las personas, en el peor". El director aconsejó que "quien quiera recurrir a este tipo de tratamientos --que cuestan unos 20.000 euros de media y suelen darse en países como China, Colombia o Cuba para enfermedades como el parkinson o la esclerosis--, se informe antes en el Ministerio de Sanidad o en la propia organización. Rafael Matesanz recordó que los tratamientos celulares en nuestro país cuentan con el aval de la Agencia Española de Medicamentos.