Las autoescuelas de Zaragoza tomaron ayer las calles del centro de la ciudad para pedir solución a la falta de examinadores en la provincia. La Asociación Provincial de Autoescuelas de Zaragoza (APAZ) lleva tiempo denunciando la baja tasa de reposición. De los 15 examinadores que había el verano del año pasado, se han ido jubilando seis, de los que ninguno ha sido relevado. De esta manera en la actualidad hay nueve, dos de los cuales sufren bajas de larga duración, para atender a toda la provincia.

Una de los portavoces del colectivo, Ana Ramos, señaló que los zaragozanos "hacen un solo examen al mes, mientras que en otras provincias se hacen hasta tres y cuatro". Según un informe elaborado por la APAZ Zaragoza es la provincia con el ratio de habitantes por examinador más alto, cerca de los 100.000, frente a los 65.604 de media en España.

PROBLEMAS AÑADIDOS

Tampoco ayuda el nuevo modelo de examen, de mayor duración. Además de aumentar las posibilidades de cometer un fallo por parte del alumno, reduce la cantidad de pruebas que puede realizar cada examinador, de 16 a 13 cada día. Las autoescuelas también denuncian la dificultad para planificar sus clases que supone la falta de antelación con la que se les cita para los exámenes.

Este es un problema que viene coleando desde el verano de 2013, cuando se tuvieron que aplazar unos 600 exámenes de conducir. Fue entonces cuando comenzaron a jubilarse algunos de los examinadores de la Jefatura Provincial de Tráfico que no fueron repuestos. A esto hay que sumar que se cortó el grifo de las horas extra, que antes eran usadas para cubrir los repuntes veraniegos en la matriculación en autoescuelas.

La solución definitiva no llegará, hasta mediados de 2015, cuando hay convocadas 150 plazas de examinador para toda España. Se ha previsto que parte de ellas se planteen como itinerantes, para facilitar cubrir problemas puntuales de demanda en todas las provincias.