Los presidentes de las tres comunidades autónomas que aún tienen en el carbón un sector estratégico (Aragón, Asturias y Castilla y León) han reivindicado hoy más tiempo para poder acometer una transición energética justa, por el interés de estos territorios pero también por el propio sistema energético.

Los presidentes de Aragón, Javier Lambán; Asturias, Javier Fernández, y Castilla y León, Juan Vicente Herrera, han participado, junto con sus homólogos de Galicia, Castilla-La Mancha y La Rioja, en una reunión en Zaragoza en la que han firmado una declaración exigiendo la urgente reforma del sistema de financiación autonómica y la presentación de la estrategia nacional contra la despoblación.

Tras la reunión, en una rueda de prensa, se han referido a la transición energética hacia las renovables desde el carbón.

Lambán ha asegurado que "nadie niega" que hay que tender a medio plazo a la desaparición de energías fósiles, pero una transición justa es "imposible" si las centrales se cierran en 2020.

A su juicio, y así se lo ha trasladado Lambán a la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, hay que "suavizar" estos plazos, incluso por el interés del propio sistema energético y por la garantía de precio de la energía.

"Transición es transición, no precipicio", ha enfatizado Herrera por su parte, quien ha recordado, por otro lado, que en una época "bien reciente" de España el carbón autóctono ha salvado la economía al proporcionar la energía que no podían dar otros métodos por circunstancias del momento climatológico.

Herrera ha recordado que los objetivos "más extremos" de la UE para el cierre de las centrales se sitúan en 2030, y por eso ha instado a que en España no se sea "más papistas que el Papa", puesto que en este país se está planteando el cierre diez años antes "y sobre todo sin alternativas claras" para las comarcas que "siguen teniendo en el carbón uno de elementos fundamentales de supervivencia".

Por eso, la alternativa pasa por hacer una reserva de carbón nacional, sobre todo al haberse comprobado que tiene más garantías laborales que el que viene de fuera.

Y, a su vez, la alternativa, cuando se habla incluso de la creación de un fondo europeo para este fin, debe dirigirse a impulsar energías limpias que, como la biomasa, se puedan ligar con otros objetivos que tienen las Comunidades, como la preservación del medio natural y la lucha contra el cambio climático y los incendios.

Finalmente, Fernández ha recordado que se está hablando de un mercado que no es libre, sino "muy regulado", y que el cierre de una central debe de llevar el acuerdo del Gobierno correspondiente para que este no afecte a la seguridad del suministro, al equilibrio ambiental y al precio.

Se habla de un fenómeno local con transcendencia global "y en esa perspectiva hay que analizarlo", ha concluido el presidente asturiano.