Era una reivindicación histórica que la autovía entre Lérida y Huesca se finalizara, pero lo cierto es que en 2012 se inauguró el penúltimo tramo hasta Siétamo y del que discurre entre este municipio y Huesca no se tenían noticias. Pero, ayer, el Consejo de Ministros autorizó la licitación del contrato de obras para esta pequeña porción de casi 13 kilómetros (12,8) que, además, soporta un importante tráfico de vehículos pesados (una media de más de 11.000 diarios).

De esta forma el Ministerio de Fomento completará la autovía A-22, lo que supone un paso más en la construcción de un gran eje vertebrador entre Pamplona, Jaca, Huesca y Lérida que incluye las autovías A-21 y la A-23, reduciendo tiempos de recorrido y aumentando la seguridad y comodidad de los usuarios.

El trazado atraviesa los términos de Siétamo, Loporzano, Quicena y Huesca. En los primeros 8 km se construirá una autovía de nuevo trazado, mientras que para el resto se llevará a cabo un desdoblamiento por el lado norte de la carretera N-240 a lo largo de la Ronda Norte de Huesca, hasta la conexión con la autovía A-23.

La autovía dispondrá de cuatro enlaces en: Loporzano, Montearagón y en centro y oeste de Ronda Norte de Huesca

El proyecto incluye la ejecución de dos viaductos, siete pasos superiores y siete inferiores, entre los que destaca el nuevo viaducto sobre el río Flumen, con una longitud de 100 m.

Al discurrir la autovía en las cercanías de la ciudad de Huesca, se afectan numerosos servicios, que se reponen: líneas telefónicas, tuberías de abastecimiento de agua, gasoductos, acequias y líneas eléctricas de alta tensión.

La carretera intercepta cinco vías pecuarias que se reponen en la longitud afectada: Cañada Real de Igriés, Vereda de Loporzano, Cordel del Saso, Vereda de Siétamo a Loporzano y Colada de la Costera.

SIGÜÉS-TIERMAS

Además, también se autorizó la licitación de las obras del tramo entre Sigüés y Tiermas, de la autovía A-21, en la provincia de Zaragoza, Se trata de 6,6 kilómetros de autovía que acortará los tiempos de recorrido respecto a la actual N-240, una carretera convencional que discurre por la ribera norte del embalse de Yesa y con limitaciones de velocidad a 60 kilómetros por hora en algunos tramos, y mejorará la seguridad vial, según informó el Ministerio de Fomento en un comunicado.

Este tramo de la carretera N-240 se encuentra entre dos de autovía ya en servicio, por lo que con esta actuación, la A-21 tendrá continuidad a lo largo de 72 kilómetros entre Pamplona y el límite provincial con Huesca.

Con un presupuesto de 74,9 millones de euros, el proyecto plantea la ejecución de 6,6 kilómetros de autovía con dos calzadas separadas por una mediana de 5 metros y cada calzada presenta dos carriles de 3,5 metros, con arcén derecho de 2,5 y arcén izquierdo de un metro. La ejecución requerirá la construcción de dos viaductos (el de las Tejas, de 272 metros de longitud, y el de los Baños, de 360 metros); dos túneles (Escó y Menazos), y un falso túnel, el de San Martín.