El Gobierno de Zaragoza ha aprobado hoy un plan de choque contra la pobreza energética dotado con 154.000 euros con medidas para el ahorro energético en viviendas y de asesoramiento a la ciudadanía.

El alcalde, Pedro Santisteve, ha anunciado hoy este plan en la inauguración de la trigésimo primera edición del Rastrillo Aragón de la Fundación Federico Ozanam junto a la vicealcaldesa y responsable de Derechos Sociales, Luisa Broto, quien ha precisado que sigue el objetivo de que las personas puedan tener las mejores condiciones vitales y también una apuesta por la sostenibilidad.

Según ha informado el ayuntamiento, los zaragozanos recibirán ayuda para decidir qué contratación energética es la más adecuada para su vivienda y sobre las posibilidades de solicitar el bono social o ayudas similares.

Además, se hará un asesoramiento individualizado sobre hábitos y usos energéticos y, posteriormente, un seguimiento y evaluación del proceso.

Por otra parte, continuarán las acciones en materia de ahorro energético en inmuebles, y la prioridad será la mejora de edificios de las calles Pedro Saputo-Margarita Xirgú y la actuación en 24 viviendas municipales de la calle Alejandro Sasona.

Santisteve y Broto han explicado los objetivo de este plan tras la inauguración del rastrillo, cuya recaudación se destinarán a ampliar los espacios comunes de la residencia de mayores del barrio de Santa Isabel de Zaragoza, según ha indicado el presidente de la entidad, Fernando Galdamez.

La XXXI edición del rastrillo se celebrará hasta el 5 de noviembre en horario de 11.00 a 21.00 horas en la Sala Multiusos del Auditorio de Zaragoza,

El Rastrillo Aragón cuenta con 30 puestos en los que pueden encontrarse artículos como ropa nueva y de segunda mano, material deportivo, regalos, artículos de Navidad, pastelería, alimentos aragoneses, libros, muebles o música.

También estará presente Inserta, la empresa de inserción laboral de la fundación que ofrece a los visitantes sus servicios de mantenimiento, albañilería, carpintería y confección.

La residencia Ozanam Santa Isabel, que abrió al público en el año 2008, tiene una superficie útil de casi 3.000 metros cuadrados y en ella residen cien personas mayores.

Desde la fundación apuntan que con el paso del tiempo ha ido aumentando el número de personas asistidas que necesitan un ambiente más seguro y controlado, lo que ha supuesto que los equipamientos planteados inicialmente se hayan ido quedando desfasados paulatinamente.

Con la recaudación del rastrillo se prevé aumentar la superficie útil hasta los 3.400 metros, con ampliación de las zonas comunes dedicadas directamente al cuidado y atención de los residentes, y también adecuar los almacenes, la lavandería y los vestuarios.

La fundación cuenta en Aragón con ocho residencias para 629 mayores y cinco centros de día en los que en 2017 se ha atendido a 352 personas.

Su programa de apoyo al cuidador ha formado a 130 personas y 1.352 familias han recibido información de todos los servicios que ofrece la fundación para personas mayores y sus familiares.

En 2017 se han destinado además mas de 300.000 euros a becas para residentes que no pueden abonar el importe de la plaza.