El Ayuntamiento de Huesca puso ayer fin, por vía judicial, a la ocupación de la finca de su propiedad conocida como El Sordo, debido a que sus ocupantes habían dejado de pagar las mensualidades y ocupado una nave contigua.

De esta forma, el consistorio decidió poner fin a una situación irregular que causaba problemas de convivencia ciudadana. La medida se adoptó con la mediación de la comisión judicial, una vez extinguido el contrato de arrendamiento.

La operación, coordinada por el ayuntamiento con las distintas fuerzas de orden público, contó con el apoyo de Policía Nacional, Policía Local y Seprona de la Guardia Civil. A la llegada de las fuerzas de orden público, la vivienda ya se hallaba desocupada y las brigadas municipales limpiaron y retiraron los desechos abandonados en el lugar. Ahora, los servicios técnicos de Urbanismo están evaluando el estado de los edificios.

La actuación se deriva de la solicitud que cursó el Ayuntamiento de Huesca al juzgado para la extinción del contrato de arrendamiento formalizado en 2012, tras su reiterado incumplimiento.