El Ayuntamiento de Teruel está intensificando la limpieza en distintas zonas de la ciudad los fines de semana con el fin de eliminar de la vía pública los restos de orines y otros elementos que quedan tras una noche de fiesta. De momento se ha empezado por el entorno de la plaza del Torico, de manera que desde hace unas semanas todos los viernes, sábados y domingos por la mañana se lleva a cabo una limpieza exhaustiva de los lugares afectados, como las escaleras de acceso a la iglesia de San Pedro o la calle Mariano Muñoz Nogués.

El alcalde de Teruel, Manuel Blasco, recordó, junto al edil de limpieza, Segundo Pascual, que la Ordenanza Municipal de Convivencia Ciudadana y Protección del Paisaje Urbano de Teruel, que se elaboró en colaboración con los vecinos y fue aprobada por el pleno del ayuntamiento en febrero del 2011, incide en preservar los derechos de los ciudadanos en cuanto a salubridad, buen uso e higiene de las vías públicas. Uno de los artículos de esta ordenanza prohíbe orinar en la vía pública, así como arrojar cualquier líquido y objeto a la misma, y contempla sanciones para quienes incumplan estas normas con una multa de hasta 750 euros en el caso de las infracciones leves, multa de 750,01 hasta 1.500 euros en el caso de las graves y multa de 1.500,01 hasta 3.000 euros en el caso de las infracciones sean consideradas muy graves.

"Hasta ahora estamos imponiendo una sanción mínima de 75 euros a todas las personas que han sido denunciadas por orinar en la vía pública, cantidad que sube al doble en caso de reincidencia", explicó el regidor. En lo que va de año se han iniciado 25 expedientes por este asunto, y la Policía Local va a seguir vigilando.

Con el fin de intentar disuadir a las personas que incumplen de esta manera la ordenanza de convivencia ciudadana, el consistorio ha decidido aumentar la sanción mínima a 100 euros a partir del año que viene.