El Ayuntamiento de Zaragoza ha decidido que la céntrica calle Conde Aranda cuente con un nuevo tramo de carril bus. Una iniciativa orientada a que las cuatro líneas diurnas de autobús que circulan por este vial puedan ver facilitado el cumplimiento de sus frecuencias de paso y tiempos de recorrido, pero que dejará solo un carril para que circule el tráfico privado. Una circunstancia que, en la práctica, se produce muchas veces por la proliferación de vehículos estacionados en el carril más próximo a la acera, que se pretenden eliminar.

Así, se suprimirá el horario de carga y descarga, entre las 9.00 y las 12.00 horas, actualmente permitido en ese tramo, que va desde la avenida César Augusto hasta la confluencia con la calle Ramón y Cajal, en sentido hacia la plaza del Portillo. Apenas 130 metros de longitud y mantendrá la misma anchura de los carriles actuales. En el resto de la calle, seguirá vigente este horario.

La concejala de Medio Ambiente y Movilidad y presidenta del distrito de Casco Histórico, Teresa Artigas, explicó que «con esta medida se prioriza el transporte público» y, de paso, dificultar los estacionamientos en el carril derecho y en el entorno de la parada frente al colegio Escuelas Pías. Porque provocan una «alteración» en un punto por el que circulan cuatro líneas diurnas (32, 33, 34 y 52), utilizada cada año por 16,6 millones de viajeros (un 20,6% de toda la red).