La Cigarrera no llevará cigarro. La última incorporación a la comparsa de cabezudos, creada en homenaje a Herminia Martínez Linés, conocida popularmente como Serafina, la última cigarrera del Tubo, saldrá a la calle durante las fiestas del Pilar sin el pitillo en la boca que lucía en su presentación, el pasado miércoles.

La medida ha sido adoptada por el Ayuntamiento de Zaragoza, al considerar, de común acuerdo con la Asociación contra el Cáncer, que el cigarro daba una mal ejemplo a los niños. "Creemos que un elemento y símbolo infantil no puede ser pro tabaco", indicó el consejero de Economía y Cultura, Fernando Rivarés.

Fue la Asociación contra el cáncer la primera en trasladar su malestar al ayuntamiento "aunque creo que también estaban molestos otros colectivos", expuso Patxi García, gerente del colectivo. "En cuanto nos enteramos, contactamos con ellos y nos explicaron que el cabezudo ya estaba hecho con anterioridad, pero nos aseguraron que no iba a salir así a la calle", indicó.

La asociación comparte el homenaje tributado a La Cigarrera. "No faltaría más", pero considera que "un cabezudo encorriendo a los niños con un cigarro en la boca se convertía en un mal ejemplo para ellos y suponía un paso atrás claro y manifiesto en la lucha contra el tabaco y más si se tienen en cuenta los logros conseguidos", dijo García, que agradece que el ayuntamiento "haya cumplido la palabra que nos dio entonces y la cabezuda no salga así a la calle. El ayuntamiento se ha portado estupendamente bien en este asunto y ellos compartían nuestro sentir".

Así, el nuevo elemento de la comparsa lucirá por Zaragoza con una imagen distinta a la de su presentación. La supresión del pitillo, en todo caso, parece destinada a crear tanta polémica como causó su presencia, el pasado miércoles, en su puesta de largo. "Es nuestra opinión. No habría sido correcto que saliera así a la calle y aplaudo la decisión", insistieron desde la asociación contra el cáncer.

Pero no todo el mundo comparte esta postura. De hecho, la propia nieta de Serafina, Estefanía Sanz, defendió, en una red social, la presencia del pitillo en un comentario vertido el día de la presentación. "Como nieta y en nombre de la familia, estamos muy contentos con el trabajo que han realizado, no lo han podido hacer mejor. Es su viva imagen y nos llena de orgullo y emoción verla así. Mi abuela siempre, cada segundo de su vida, llevaba su cigarro en la boca. No hubiera sido ella sin él, no creo que haya que darle tanta importancia", opinió entonces.