El Ayuntamiento de Huesca, reunido en sesión plenaria, adoptó ayer la decisión de regalar al Ministerio de Defensa el terreno sobre el que se levantan las actuales instalaciones del cuartel Sancho Ramírez, que se han reabierto tras un paréntesis de un año en el que permanecieron cerradas.

Este punto, que fue aprobado por unanimidad de todos los grupos políticos, supone «la cesión sin reversión» del solar, según explicó ayer el concejal José María Romance, responsable de Hacienda en el consistorio oscense.

El acuartelamiento se halla ubicado en Huesca desde los años 50 del pasado siglo y, hasta ahora, las cesiones eran por periodos de 30 años. Pero la que ahora se inicia es definitiva. Al cabo de tres décadas, en el caso de que Defensa desmantelara la instalación castrense, el terreno seguirá siendo de su propiedad.

TERRENOS

Con todo, el uso que se dé al espacio cedido, ubicado al este de la ciudad, dependerá siempre del ayuntamiento, según subrayó José María Romance. «El consistorio es quien decide qué uso se da al espacio urbano», manifestó.

La cesión sin reversión es uno de los pasos que se están dando en Huesca para facilitar la reapertura y ampliación del Sancho Ramírez, en el que en el 2019 se empezará a instalar el mando de la Brigada Castillejos.

En la actualidad, se está negociando, además, la cesión de otros terrenos, los situados detrás del recinto militar, que pertenecen a varios propietarios. En total, ese espacio abarca ocho hectáreas, de las que más de la mitad pertenecen al consistorio.

Otro punto abordado en el orden del día fue la remunicipalización del servicio de limpieza viaria, en relación con el pliego de condiciones.

Asimismo, el PP presentó una moción a favor de la prisión permanente revisable, que no salió adelante porque el equipo de gobierno (PSOE, Cambiar Huesca, Aragón Sí Puede) votó en contra, mientras que el grupo de Ciudadanos se abstuvo.