El Ayuntamiento de Zaragoza, en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica y con el objetivo de avanzar en la democratización del espacio público, ha iniciado los trámites para la retirada y sustitución de dos escudos franquistas ubicados en el puente de Santiago. Fuentes municipales apuntaron que a finales del 2016 la consejera de relaciones ciudadanas e institucionales del Gobierno de Navarra, Ana Ollo, remitió una misiva al alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, en la que solicitaba la retirada del escudo de Navarra con la cruz laureada de San Fernando. En la carta se explicaba que la cruz laureada fue concedida a Navarra en 1937 por el dictador Francisco Franco como reconocimiento a los voluntarios navarros que apoyaron el golpe militar de 1936.

«Considerada como un símbolo que legitima la violencia como instrumento en defensa de las ideas políticas (...) la laureada representa, en definitiva, unas ideas que la sociedad navarra de hoy no comparte», indicaba la consejera navarra en la carta remitida al alcalde.

El Parlamento de Navarra aprobó en 1981 la retirada de esa cruz laureada de San Fernando del escudo de Navarra. El otro escudo que se plantea retirar y que ha sido denunciado por numerosas entidades memorialistas, está situado en la parte izquierda del puente.

Se trata de un escudo de España que incorpora la leyenda Una, grande y libre, el Águila de San Juan, el yugo y las fechas. Ambos escudos se encuentran en el entorno de los entornos BIC del Puente de Piedra y Pretil de San Lázaro y de la Muralla Romana y el Torreón de la Zuda de Zaragoza.

Estos son los dos últimos símbolos franquistas de la ciudad, después de que en el anterior mandato corporativo se suprimieran las calles de personas o acontecimientos relacionados con el franquismo y se retirara de la Academia General Militar la estatua ecuestre de Franco.

Paralelamente, el Gobierno de Aragón está a punto de remitir a las Cortes --lo aprobará en el Consejo de Gobierno del próximo 18 de julio-- el proyecto de ley de Memoria Democrática que regulará precisamente todos estos aspectos. Asimismo, creará espacios de entendimiento, especialmente en los centros educativos, para fomentar los valores de paz y concordia. También regulará los distintivos y símbolos de origen fascista para proceder a su retirada. Asimismo, tiene un régimen sancionador para quien no los retire del ámbito público.